Margaritas, Sesión 1
Para celebrar la
primavera te propongo pintar este jardín de margaritas. Se trata de pintar
casi sin dibujar, con pinceladas libres y espontáneas. Es fácil, aunque tiene
su truco. ¿Empezamos?
Estoy trabajando sobre
papel texturado para óleo, imprimado con Gesso. Vamos a usar los siguientes
colores: blanco de titanio, azul ftalo, tierra sombra natural o negro, verde
vejiga (o azul y amarillo medio/ amarillo limón para los verdes); médium o
aceite de linaza como diluyentes y pinceles sintéticos planos (uno ancho para
fondos, uno mediano y otro delgado para detalles).
Analicemos nuestro modelo
antes de comenzar a pintar. No vamos a pintarlo tal cual: haremos que las
margaritas se alcen hacia un cielo limpio y soleado. Observa cómo están
distribuidas las flores por grupos.
Marcamos las zonas de las
flores y la línea del cielo con cualquiera de los colores que vamos a utilizar.
Yo lo hice con azul ftalo.
Empezamos, como siempre,
con el cielo. Esta vez preparé el color en la paleta con azul ftalo y blanco.
Si sueles seguir estas clases, te sorprenderás de que no haya pintado el cielo
con la técnica de las manchitas (si te lo perdiste, puedes verlo aquí). Me
pareció que no valía la pena, pues el cielo no va a incidir demasiado en el
resto del cuadro y tampoco va a ser el protagonista, como ocurriría si fuese un
paisaje. Aplicamos este celeste con un pincel ancho y cubrimos también una
parte de la zona de flores.
Si te parece que tu cielo
te quedó sin matices, demasiado plano, puedes aplicarle por encima,
directamente sobre tu lienzo o soporte, blanco puro y lo vas difuminando. No
volveremos a trabajar sobre el cielo, así que si quieres corregirlo, éste es el
momento.
El paso siguiente es
preparar la base para nuestro jardín de margaritas. Para ello vamos a utilizar
tierra sombra natural o negro (yo utilicé el tierra). La idea de esta fase es
determinar las zonas de sombra que hay entre la hierba, para no preocuparnos de
ellas más adelante. Con un pincel mediano o grueso, como quieras, vas colocando
pinceladas sueltas verticales, de manera libre: sólo presta atención a dónde
están las zonas de sombra.
Y ahora viene lo
divertido. Prepara un verde con azul y amarillo o utiliza algún verde que
tengas. Yo usaré verde vejiga; en algunas partes lo aclararé con amarillo y lo
oscureceré con el tierra sombra natural que tenemos en la paleta. Con un pincel
mediano cubriremos toda esta parte con rayas en distintas direcciones. Que no
sean todas iguales: así sugeriremos hojas, tallos e hierba. Fíjate que se
difuminarán con las sombras que pintamos recién.
Como verás, he continuado
este mismo trabajo sobre la parte inferior del cielo. La pintura está húmeda y
los verdes se fundirán con el celeste. Así damos la impresión de lejanía, como
que hay flores más allá del primer plano.
Ahora vamos a ubicar las
flores. En esta etapa sólo tienes que pensar dónde va cada una y en qué
posición está: p.ej. si se ve de perfil o si se ve de frente. Usamos un pincel
delgado y blanco puro.
No pintes pétalo por
pétalo: piensa que estamos pintando un jardín de margaritas y que no
estamos pintando margaritas, una por una; sólo buscamos una impresión general,
los detalles botánicos no importan.
No vamos a pintar ahora
los pimpollos ni las que van sobre la zona del cielo. Verás que el blanco se
mancha con el verde húmedo de la hierba que hemos pintado antes. No te
preocupes por esto: ayuda a que el blanco tenga varios matices.
Ya tenemos nuestro soporte
cubierto. Podríamos continuar trabajando, pero creo que es mejor que paremos un
poco para que la pintura se pueda secar.
¿Seguimos en la próxima
sesión?
¡Te espero!
¡No
te olvides de limpiar la paleta y los pinceles!
Hoy
aprendiste:
- a crear un jardín a la manera
impresionista
- y a pintar hierba.
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde, 1985
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and techniques, 1991
©2022
Cristina del Rosso
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