Sonrisa elegante, Sesión 2
Ejercicio terminado |
En
la sesión anterior empezamos a copiar el retrato de Antonia Duvaucay de Nittis,
pintado por Ingres, como punto de partida para aprender a pintar boca y nariz.
(Si te lo perdiste, puedes verlo aquí.)
Te expliqué cómo dibujar un retrato femenino en posición frontal y aplicamos una primera base de color.
Así lo dejamos en la sesión anterior |
En
primer lugar, lo que toca ahora es unificar el fondo con tierra sombra natural,
negro y rojo. Seguimos con el sillón: es lo que da el toque de color a esta
porción del cuadro. Usamos rojo y ocre y, de paso, añadimos la sombra que
proyecta el cuerpo de Antonia sobre él con tierra sombra tostada. No te
detengas mucho en los arabescos del sillón; los hacemos con ocre y sobre
pintura húmeda. Después, retocamos con negro la parte que se ve de su vestido.
Ahora
nos centraremos en la zona del cuello. Preparamos el tono de piel con ocre,
rojo, tierra Siena tostada, blanco y apenas una pizca de verde esmeralda. Aplicamos
el color con pinceladas horizontales. Observa el tendón del cuello. Con tierra
sombra tostada marcamos el triángulo de sombra, del lado izquierdo. Luego, haz
una raya más clara y la difuminas en sentido horizontal, como si estuvieses pintando
un tubo. Con tierra sombra natural repasas el huequito de la base del cuello.
Debajo del mentón, pinta con tierra Siena tostada la sombra que el maxilar
inferior proyecta sobre el cuello. Cuidado: no modifiques la línea de óvalo de
la cara. Es hora, entonces, de resaltar las zonas de luz con nuestro tono de
piel con más blanco. ¡Difumina siempre! Que no te queden líneas.
Seguimos
con el pelo. (Como verás, estamos dejando el rostro para el final.) Antonia
tiene su cabello estirado sobre la frente; no se ve el nacimiento de los
cabellos, salvo en la raya. La marcamos con tierra sombra tostada. Pintamos el
pelo con tierra sombra natural, aplicando la pincelada en la dirección del
peinado. No te olvides de pintar las patillas. Píntale también la diadema con
negro; tiene unos detalles en blanco en el lado derecho.
Las
orejas: sólo las sugerimos. La de la izquierda está en zona de sombra: usamos
tierra Siena tostada, con rojo y un poco de ocre. La de la derecha, con ocre y
rojo.
En la frente aplicamos la pintura con pinceladas horizontales. Las sienes las representamos con rojo o tierra Siena tostada. Podemos ya pintar las cejas: usamos tierra sombra natural, con un pincel delgado, y sin marcar demasiado los pelos. Ten cuidado en no perder la forma de las cejas: son el marco de la cara.
Las mejillas: ahora es el momento de colocar mucha luz en esta zona. Del lado izquierdo marca con tierra Siena tostada la zona de sombra. No pierdas de vista la forma de estas sombras, pues esto afectaría a la apariencia de su rostro.
La
nariz: como hacemos siempre, vamos modelando el volumen con la luz y las
sombras. Piensa la nariz como una cuña aplicada al rostro. Primero modela con efectos de sombra los laterales de la nariz. A este trabajo le agregamos las alas de la nariz: pinta 2 círculos en nuestro tono de piel a cada lado; marca con una línea en tierra de Siena el contorno, difuminando siempre. Con nuestro tono de piel más blanco traza una línea vertical desde el puente de la nariz hasta la punta. El siguiente paso es marcar la sombra que proyecta la nariz sobre el labio superior.
Bajamos hacia la zona de la boca. Modelamos el labio superior dándole más luz al lado derecho. No pintamos la boca todavía: seguimos con el mentón. Para ello pinta un círculo con un tono más claro y luego lo difuminas.
Ahora
toca trabajar en los ojos. Aclaramos la parte central de debajo de la ceja; en
los extremos oscurecemos con tierra Siena tostada. Con el párpado superior
hacemos lo mismo: una raya curva, cuyo centro es más luminoso que en los lados.
Aplicamos un punto de luz en el lagrimal. (Si necesitas más detalles sobre cómo
pintar un ojo, vuelve a mirar lo que hicimos con el retrato de Mme. Moitessier
pinchando aquí.)
Llegamos
al fin a la boca. Antonia no se prodiga mucho con su sonrisa y nos viene muy
bien, pues así no tenemos que pintar las líneas nasolabiales. Lo primero que
hay que hacer en estos casos es ubicar la línea de la abertura de la boca y
reproducirla exactamente en cuanto a forma y ancho. Esta línea la pintamos con
tierra Siena tostada. Para los labios usaremos carmín más blanco y un poco de
tierra Siena tostada y usaremos un pincel de punta. Pinta la forma de los
labios de esta forma: en el labio inferior con pinceladas curvas desde la
abertura de la boca hacia abajo; en el labio superior, al revés. En las comisuras
estira la pintura apenas hacia abajo (si te pasas, parecerá amargada o triste)
y coloca en ellas un pequeñísimo punto de tierra sombra natural. En el centro
de cada labio pon un toque de luz, con blanco. ¡Difumina siempre!
Y la vida, en un retrato, la dan los ojos y por eso lo dejamos para el final. Con blanco y un poco de tierra sombra natural damos forma al globo del ojo. Con negro o tierra sombra natural marcamos la línea de las pestañas. Por último, pintamos las pupilas. Antonia te mira de manera serena y casi displicente. ¿Cómo hacemos esto? Marcamos las pupilas, pero dejamos un borde blanco en la parte inferior del ojo. Y luego, un punto de luz en cada una de ellas.
¡Nos falta el collar! Es fácil: son cuentas alargadas en tierra sombra natural (azabaches) y cuentas redondas en ocre (¿ámbar?).
¿Y qué tal, cómo te fue en este ejercicio? Es difícil, sin duda, pero lo lograrás. En alguna otra oportunidad te contaré cómo se pinta una sonrisa en la que se vean los dientes o una boca masculina, con bigotes y barbas…
Hoy aprendiste:
- a reconocer la influencia del entorno en un retrato,
-y a representar el cabello, nariz y boca en retrato femenino.
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde, 1985
GRIMME, K.H. Ingres, 2007
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and techniques, 1991
©2022
Cristina del Rosso
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