Campos de trigo, Sesión 1
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Ejercicio terminado |
Ya se ha instalado el
verano por aquí. Da ganas de salir, disfrutar del sol, de la piscina ¡y de
pintar! Es la época en la que podemos salir con nuestros materiales a pintar la
naturaleza. ¿Te animas?
En estas clases vamos a retomar
el género del paisaje. (Ya te expliqué algo por aquí y por aquí y otro poco por aquí.) Elegí este motivo.
Esta foto la saqué desde
el tren. ¡Imposible bajarse y ponerse a pintar allí mismo! Te voy a enseñar a
pintar campos a partir de ella, pero, si puedes, aprovecha alguna excursión
para pintar del natural. Es lo mejor que hay: las fotos son muy engañosas. (Como, por ejemplo, la saturación del cielo.) Además, la experiencia de estar al aire libre y pasar el rato pintando es
increíble.
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Mi propuesta |
Analicemos nuestra
composición: ésta se basa en 3 zonas horizontales, el cielo, los campos de
trigo y una franja inferior, en la que vemos un camino y matorrales. En este
caso, la protagonista es la franja central. Además, tenemos un camino en
diagonal que conduce la mirada del espectador hacia la línea del horizonte.
¿Empezamos?
Yo voy a usar un bloc de
papel como soporte. No tiene mucha textura, así que lo he imprimado previamente
con Gesso. Vamos a usar los mismos materiales de siempre: médium o aceite de
linaza; pinceles sintéticos planos (como orientación: números 2, 4, 8 y 12) y
los siguientes colores: blanco de titanio, ocre amarillo, amarillo medio,
amarillo limón, negro marfil, azul ultramar y tierra sombra tostada (puedes ver
este artículo sobre materiales recomendados).
Como siempre, vamos a
ubicar los elementos en nuestro soporte. En el caso del paisaje no hace faltar
detallar demasiado en esta etapa. Yo he utilizado azul ultramar bastante
diluido. Fíjate que la franja del cielo ocupa casi la mitad del cuadro.
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Componemos nuestro cuadro |
Vamos a trabajar
empezando por el cielo, desde atrás hacia adelante.
Alguna vez te enseñé a pintar
el cielo. Mi técnica es la siguiente: mancho con pequeñas pinceladas con azul
ultramar, un poco de carmín (sólo un poco: es demasiado cubriente) y amarillo
medio. Lo importante es que estén presentes los 3 colores primarios: puedes
cambiar el azul ultramar por un azul cerúleo o cobalto, p.ej., y lo mismo con
el rojo o el amarillo. La proporción que colocamos de cada uno de ellos depende
de qué tipo de cielo vamos a representar. P.ej.: un atardecer tendrá mucho
carmín y menos azul y amarillo. Una vez que los tienes ubicados se aplica en el
mismo soporte blanco y con él vas borroneando todas estas manchas.
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Pintamos el cielo |
Si no te queda como tú
quieres, no importa: ahora ya puedes preparar el color adecuado en la paleta e
ir aplicándolo sobre esta base.
¿Por qué lo hago así? El
cielo determina la atmósfera del cuadro: no es lo mismo un paisaje al atardecer
que en un día nublado. Además, muchas veces el paisaje se refleja en el cielo.
El cielo está compuesto por los 3 colores primarios, es pura luz. Haz esta
prueba: mira hacia el cielo y entrecierra tus ojos; vas a ver que de a poco irás
viendo distintos tonos de azules, amarillos y rojos. Otra manera de probar esto
es agrandar una foto hasta que se pixele: allí te aparecerán estos 3 colores.
La idea es que tu cielo
tenga matices sutiles, aunque después todo este trabajo desaparezca. No puedes
aplicar un celeste así nomás sobre tu lienzo: eso es signo de poca
profesionalidad.
Vamos a ingresar con el
color del cielo sobre el contorno de las montañas: así nos aseguramos de que el
cuadro tenga sensación de lejanía (la llamada “perspectiva aérea”).
Siempre con la pintura
húmeda, trabajaremos los montes que tenemos en el horizonte. Por supuesto, esto
no puede quedar muy detallado. Con un pincel más delgado y con una mezcla de
azul, carmín y blanco representamos los pueblos lejanos. Con ocre, azul, tierra
sombra tostada y blanco pintamos los campos que están en esa zona.
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La línea del horizonte |
También vemos una línea
de árboles: usaremos una mezcla de amarillo limón y negro y la aplicamos con un
pincel delgado con pinceladas cortas y verticales.
Ten cuidado: lo que vale
es el conjunto y la impresión general. No te detengas en los detalles en esta
zona del cuadro.
Vamos a dejarlo por hoy
(aunque lo ideal sería que termines el cuadro en una sesión, si es que estás
pintando al aire libre). Nos vemos en la próxima sesión.
¡No te olvides de limpiar
la paleta y los pinceles!
Hoy aprendiste:
-
a componer un paisaje,
-
a pintar cielos
-
y a trabajar la perspectiva aérea.
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde,
1985
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and
techniques, 1991
©2021
Cristina del Rosso
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