COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LAS TORRES HEJDUK
FICHA TÉCNICA
- Obra: Torres Hejduk.
- Autor: John Hejduk.
- Cronología: 2002.
- Estilo: Neo-racionalismo.
- Materiales: Acero, vidrio, granito.
- Altura: 25 m.
- Ubicación: Ciudad de la Cultura, Santiago de Compostela.
ANÁLISIS FORMAL
Las
Torres, proyectadas por el arquitecto John Hejduk en 1992, son un conjunto
arquitectónico que llama la atención de todos los visitantes que se acercan al
complejo cultural de la Ciudad de la Cultura. Ocupan un lugar privilegiado
dentro del complejo arquitectónico, situadas al sur sobre la central térmica
que da servicio las instalaciones de la Ciudad, es el primero de los edificios
que recibe los rayos de sol por la mañana.
El
conjunto creado por Hejduk se compone de dos edificios simétricos, ambos de estructura
metálica de acero, se diferencian en el aspecto exterior porque uno de ellos es
acristalado, dejándonos ver su esqueleto de metal, mientras que el otro está
revestido de granito azul extremadura. Cada uno de los edificios, o torre, se compone
de 3 cuerpos prismáticos intercalados con dos troncos de pirámide, creando un
juego de volúmenes que disminuye en dimensiones a la vez que gana en altura. Parten
de una base cuadrada de 7´20 m. de lado por 7´20 m. de alto, el siguiente
cuerpo cuadrado tiene base de 23 m2. y el tercer cuerpo de 6 m2.,
De
la fachada principal destaca la disposición de las ventanas en los paramentos,
de manera simétrica en ambas torres, tres en el cuerpo inferior, dos en el
intermedio y una en el tercer cuerpo. En la torre de piedra las ventanas
permiten la entrada de luz natural, pero en la otra son un mero elemento estético
que continúa el juego de simetrías entre ambas.
En
la fachada trasera destacan dos cuerpos cilíndricos adosados a cada una de las
torres, en la de piedra acogen los tubos de ventilación y la salida de gases de
las calderas, mientras que en la de vidrio albergan una escalera que conecta
los diferentes niveles de la torre.
La
función de estos edificios es dar cobijo a las antenas de televisión y
telefonía que dan cobertura a las demás dependencias, ventilaciones, almacenes,
además de otros servicios y conexiones. Aunque en la actualidad los espacios
interiores y el entorno de las torres se utilizan para montajes expositivos y
todo tipo de intervenciones artísticas, siempre teniendo en cuenta los
condicionantes ambientales y otras limitaciones, un fin muy diferente al que
había pensado Hejduk cundo creó su proyecto.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Estamos
ante un ejemplo de arquitectura escultórica, en el que la belleza prima por
encima de la funcionalidad de estos dos edificios.
John
Hejduk, fue quién creó el proyecto en 1992, y lo hizo como un encargo del
ayuntamiento para una ubicación diferente: el Parque de Belvís, un gran espacio
verde en pendiente que se interpone entre la zona Histórica de Santiago de
Compostela y dos grandes edificios, el Convento de Belvís y el Seminario Mayor.
Se presentaba como las “Torres Botánicas
para el Parque de Belvís”, y tenía una finalidad definida y en relación con
el entorno verde en que se levantarían, la torre de vidrio sería un invernadero
mientras que la de piedra se destinaria a espacios de almacenaje, ya que en
este parque existe una zona de huertos y jardines.
El
proyecto inicial no llego a materializarse. John Hejduk falleció en 2002, y
posteriormente Peter Eisenman, encargado del proyecto de la Ciudad de la
Cultura decidió recuperar las torres e integrarlas dánndoles un lugar especial
dentro del gran complejo cultural. Las conocidas como Torres Hejduk son la obra póstuma del arquitecto y un homenaje
personal de Eisenman a su amigo fallecido.
Hejduk
y Eisenman se conocieron en Nueva York, ambos formaron parte del grupo de
arquitectos Five Arquitects, en esa época forjaron su amistad. Los cinco
miembros del grupo eran continuistas del Movimiento Moderno y abogan por el uso
de las formas puras. El grupo acabó separándose y cada uno siguió un camino
diferente.
A
lo largo de su trayectoria Hejduk fue más teórico, maestro y pedagogo que un
constructor, y son escasos los edificios de su autoría que nos dejó. Su legado
está compuesto por libros y escritos tanto teóricos como poéticos. Sus
proyectos y edificios son como clases de arquitectura, que enseñan los
principios de esta disciplina, a la vez que los rodea de un halo poético que
tiene como resultado arquitecturas escultóricas llenas de belleza y misterio.
En
las Torres, Hejduk, juega con los volúmenes, con los materiales, la luz, pero
sobre todo con la simetría y los opuestos. Más que ante unas “torres gemelas”,
nos encontramos con unas “torres mellizas”, las dos nacieron unidas pero, si
bien, ambas tienen las mismas dimensiones, elementos y volúmenes, se diferencian
claramente en su apariencia exterior. El arquitecto juega continuamente con los
opuestos, como en el revestimiento: piedra y vidrio, materiales que le confiere
a cada una de ellas un carácter y personalidades totalmente diferentes.
Pero
fijémonos primero en los volúmenes,
basta que observemos el espacio que las separa, el hueco entre ambas, y nos
daremos cuenta que sus perfiles dibujan el contorno de una tercera torre
invertida con las mismas proporciones y forma que ellas dos.
Luego
analicemos el significado de los materiales.
Por
un lado la piedra, es el material clásico predominante en todo el casco
histórico compostelano y el resto del complejo de la Ciudad de la Cultura,
conecta con la tradición, la historia y el patrimonio de la ciudad de Santiago.
Estéticamente hace que esta torre resulte más pesada y hermética al exterior,
mostrándonos su personalidad introvertida y misteriosa, debemos profundizar o
entrar para saber que esconde en su interior, en su alma.
La
otra torre es de vidrio, material moderno que la conecta con otros edificios de
arquitectura contemporánea que se construyeron en Santiago como el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), edificio de piedra inaugurado en
1993 coincide en tiempo con el proyecto original de las Torres Hejduk, época en
la que se pretendía crear una serie de arquitectura modernas, vanguardistas que
rompiesen y contrastasen con la belleza de la ciudad histórica. Pero volviendo
al vidrio, este material aligera la construcción y le da transparencia dejando
ver su interior y su armazón de acero, se desnuda ante el visitante y la dota
de una personalidad totalmente extrovertida que no oculta nada.
El
último elemento que entra en juego es la luz. Tenemos como resultado un
conjunto arquitectónico-escultórico lleno de belleza y contrastes, una belleza
a la que contribuye la luz. Las Torres ocupan un lugar privilegiado, siendo las
primeras en el complejo que reciben los rayos del sol desde temprano y juegan
con ellos, si una los repele al chocar contra su vestido de piedra solo
permitiendo que pasen a su interior por las escasas ventanas; la otra permite
que la atraviesen totalmente de arriba abajo, llenándola de luz. Una vez más el
juego de opuestos: sombra y luz, oscuridad y claridad.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
“Hejduk en Compostela: líneas que ningún
fuego podrá quemar”. Boletín académico. Escuela técnica de Arquitectura. Nº
26. 2002. Pág 35-44.
“Santiago de Compostela. Arquitectura del
siglo XX”. Colegío Oficial de Arquitectos de Galicia. 2001.
“Manual de uso del espacio de las Torres Hejduk”. Fundación Ciudad de la Cultura. Xunta de Galicia.
COMPOSTIMES
https://compostimes.com/2012/11/arquitectura-en-compostela-torres-hejduk/ (Consulta: 19/09/2020).
CIUDAD
DE LA CULTURA
https://www.cidadedacultura.gal/es/content/torres-hejduk-y-entorno
(Consulta: 19/09/2020).
GALERÍA DE IMÁGENES
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