COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA DIAGONAL DEL 25 DE MAYO (A CONSTANTIN BRANCUSI)
FICHA TÉCNICA
- Título: La diagonal del 25 de mayo (a Constantin Brancusi)
- Autor: Dan Flavin (1933-1996)
- Fecha: 1963
- Estilo: Minimalismo
- Técnica: Mixta
- Soporte: Tubos de neón fosforescente y metal
- Dimensión: 180 x 177 x 11 cm
- Ubicación: Colección Particular
CONTEXTO
HISTÓRICO
A principios de la
década de 1960 en Nueva York y Los Ángeles comenzaron a exhibirse en galerías de
arte y posteriormente en museos una serie de obras realizadas con materiales
hasta el momento inusuales para el ámbito artístico. Materiales que a menudo se
asociaban con la industria, con lo seriado y lo masivo paulatinamente
conquistaron de un modo muy diferente. Así fue como estructuras simples de
aluminio, madera o metal, ladrillos apilados, cajas de plexiglás o acero se
presentaron como nuevas propuestas artísticas. Si bien estas obras compartían aspectos
con la pintura y escultura no eran ninguna de estas dos, por el contrario cuestionaron los postulados
de ambas prácticas.
La idea de
cuadro como objeto desinteresó a muchos artistas jóvenes de la época por su
naturaleza ilusionista. Lo metafórico de la escultura, su simbolismo y
referencias a cuestiones exteriores a sí misma fueron aspectos radicalmente
rechazados por esos artistas que posteriormente serían llamados minimalistas. Algunos
de ellos fueron Carl André, Dan Flavin, Donald Judd, Sol Lewitt y Robert
Morris, quienes reformularon los modelos establecidos en la pintura y la escultura.
Apostaron por propuestas ligadas a la percepción que se tiene de un objeto en
un determinado contexto y a la experiencia resultante, modificando así el rol
del espectador, dándole ahora gran importancia a las reflexiones generadas gracias
a esa experiencia. Sin utilizar pedestales o pies, sus “objetos específicos”, como los llamó Donald Judd, se unían con el
espacio, se adaptaban al mismo y a menudo fueron construidos para un sitio
específico, teniendo en cuenta las
particularidades edilicias del espacio de exhibición.
Para
encontrar el origen de este radical cambio de perspectiva debemos retroceder
una década y observar los primeros trabajos de artistas pop. Ya desde 1950
Jasper Johns con sus Targets y Robert
Rauschenberg con sus Combines
desafiaron el Expresionismo Abstracto reinante del momento. Sus obras-objetos eran
una suerte de collages de imágenes y materiales que compartían el mismo soporte.
Por su parte, Frank Stella, artista considerado pre minimalista, desarrolló
pinturas que posteriormente tendrían un papel fundamental en el minimalismo. Su
simplicidad compositiva y la débil huella del gesto del artista ya cuestionaban
la herencia pictórica. Tanto el pop como el minimal utilizaron materiales de
factura seriadas, el ready made fue a la vez técnica y estructura. La serialidad fue indicadora de la producción
y consumo propios del capitalismo, penetrando de este modo en la esfera del arte,
la cual se vio influenciada por los medios masivos de comunicación, la
publicidad y el consumo de masas. Dan Flavin es uno de los artistas
considerados minimalistas debido a su uso de
materiales industriales, repeticiones y elementos modulares. Basándose
en sus bocetos no deja lugar a la improvisación ni deja ver gesto personal.
ANÁLISIS
FORMAL
El día 25 de mayo de
1963 Dan Flavin tuvo una revelación artística al colgar diagonalmente un tubo
de neón en una pared de su estudio. A partir de allí comenzó a emplear
exclusivamente tubos de neón dispuestos con diferentes grados de
complejidad. Para él era importante el
uso del ready made a fin de que el espectador pueda enfocarse en la experiencia
de estar frente a la luz en vez de observar la luz en sí misma. Todas sus obras
tienen la misma lógica de no titulación, indicando sin título y luego entre paréntesis dedicatorias a otras personas o
eventos que fueron importantes para él, en este caso la fecha de revelación
artística y su admiración por el escultor Constantin Brancusi.
ANÁLISIS
ICONOGRÁFICO
El empleo de la luz
genera cierta percepción que podría remitir a lo espiritual pero el artista
niega toda referencia metafísica o simbólica. Su propuesta no representa nada
ni remite a nada por fuera de sí misma, es lo que se observa, los elementos
están dispuestos de modo claro. Hay cierta identidad en los materiales en sí
mismos y los efectos que este genera, así cualidades como transparencia, dureza
o espesores brindan resultados no objetivos.
La luz involucra tanto
la arquitectura y como al espectador, ambos se ven rodeados sin
intermediarios. Ya no se está
delante de un objeto a contemplar sino
que el espectador se siente parte de la situación perceptible, teniendo así una
posición totalmente activa. Este efecto se potenció gracias al uso unas bombillas diferentes a las de filamento
metálico tradicionales, esos tubos fluorescentes se fabricaban mediante una
reacción química específica dentro de la bombilla, logrando así colores muy
difíciles y brillantes.
El interés del artista
estuvo en el concepto de la luz, su funcionamiento y la forma en que se percibe,
unificando de este modo luz, arquitectura y espectador.
BIBLIOGRAFÍA
Y WEBGRAFÍA
JUDD, Donald: “Objetos
Específicos” Arts Yearbook 8, 1963.
FOSTER, Hal: “El quid
del minimalismo”, Retorno de lo real.
La Vanguardia a finales de siglo.
Madrid, Ediciones Akal, 2001, pp.39-72.
MARZONA, Daniel: Arte minimalista. Colonia 2004.
FUNDACIÓN PROA.
(2019). Minimalismo, postminimalismo y conceptualismo / 60 – 70. [https://www.youtube.com/watch?v=Wxj0Zjft7dM].
Buenos Aires, Argentina.
Julieta Falcione
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