Rosas de mayo, 2da sesión
![]() |
Ejercicio terminado |
![]() |
Así lo dejamos en la sesión anterior. |
Como te comenté cuando
pintamos aquellos tulipanes (puedes verlo aquí), antes de lanzarnos a pintarlas
tenemos que entender cómo es esta flor. Cada flor tiene su personalidad, su
esencia; evocan distintas emociones. La mejor manera de lograr esto es
observarlas con detenimiento y recordar cómo crece, cómo se van abriendo hasta convertirse en una rosa en todo su esplendor. Piensa en los capullos que se van abriendo
hacia afuera poco a poco. Esa forma se conserva en el centro de la
rosa madura.
En el centro podrás
observar un remolino de pétalos, en espiral. Éstos se van insertando de manera
intercalada. La rosa, como todas las flores, tiene un volumen total a la que se
le aplican las relaciones de luz y de sombra, pero no hay que perder de vista
estas mismas relaciones en cada pétalo. Mientras estés pintando tendrás que
estar atento tanto en el detalle y como en el conjunto a la vez.
Preparamos en la paleta
una mezcla de carmín, blanco y con muy poco de azul: un rosa no muy claro ni
muy oscuro. Empezamos con la flor de la derecha. Con un pincel pequeño dibujamos la
posición de cada pétalo. No tienes por qué seguir exactamente el modelo, pero
tiene que ser verosímil, naturalmente. No tenemos que perder el centro de la
flor, que es lo que determina su posición.
![]() |
Ubicamos los pétalos. |
Una vez que tenemos
marcados los pétalos nos centraremos en representar las partes más oscuras, más
profundas, con carmín puro, y difuminando siempre.
![]() |
Marcamos las zonas más profundas. |
Al rosa que tenemos en
la paleta le agregamos un poco más de carmín, de tal manera que sea un poco más
oscuro que el que tenemos, pero no mucho. Presta atención a las zonas
sombreadas: allí puedes utilizar un violeta (azul+ carmín + blanco). Es así
como vamos modelando cada pétalo, prestando atención en su forma: si se curva
para adentro o para afuera, si proyecta sombra sobre otro, etc. Siempre desde
el centro hacia los pétalos exteriores. En cada uno aplicas el color y lo vas
estirando con el pincel, en la dirección del pétalo que estás trabajando.
Puedes delimitar con carmín puro los contornos, pero sin pasarte: no tiene que
ser algo evidente, sino muy sutil.
En la rosa de la
izquierda fíjate cómo la hoja que pasa por encima le da sombra.
![]() |
Pintamos los pétalos. |
Llegó el momento de
resaltar las zonas de luz. Como estamos trabajando sobre pintura húmeda, basta
con aplicar blanco con una porción ínfima de carmín sobre las zonas luminosas.
Recuerda que en nuestro modelo la luz viene de la derecha, arriba.
![]() |
Retocamos las zonas más luminosas. |
Podemos dejar secar
nuestra obra unos días y luego retocar aquellas partes en las que sea
necesario. Quizás iluminar más algún pétalo, repintar las zonas de carmín puro o
redefinir las de luz y sombra de las hojas, siempre atendiendo al conjunto. Y
por último, pintar con un pincel muy delgado y con un verde con negro el tallo
de nuestras hojas. Recuerda (como hicimos con los tulipanes el año pasado) que
el tallo también tiene una parte de sombra y otra de luz: si no prestas atención
a esto, te quedará como una línea plana, sin volumen.
![]() |
Ejercicio terminado |
Pues bien, ya lo
tenemos listo. Si quieres trabajar más el fondo y recuperar aún más el color
que habíamos pintado como base, puedes pasarle una lija fina, con mucha
suavidad y cariño (y si el soporte te lo permite).
En nuestro modelo
aparece el florero de cristal. Opté por no pintarlo esta vez para no
complicarnos más de la cuenta. Pero si quieres incorporarlo a tu ejercicio,
sigue las indicaciones que te di en la clase de los tulipanes (lo tienes aquí).
Espero que no te haya
resultado muy difícil. Si necesitas ayuda, ¡pídenos socorro!
No te olvides de
limpiar tu paleta y tus pinceles.
Hoy aprendiste:
-
a pintar rosas
-
y a representar las relaciones de luces y sombras en objetos complejos.
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde,
1985
ITTEN, Johannes: Kunst der Farbe, 2000
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and
techniques, 1991
©2020
Cristina del Rosso
No hay comentarios:
Publicar un comentario