COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL CASTILLO DE LAS AGUZADERAS
- Obra: Castillo de las Aguzaderas
- Autor: desconocido
- Cronología: 1348-1420
- Estilo: Gótico-mudéjar
- Materiales: Piedra arenisca
- Ubicación: El Coronil (Sevilla)
CONTEXTO HISTÓRICO
El castillo de las
Aguzaderas se sitúa a tres kilómetros del núcleo urbano de El Coronil (Sevilla), dentro del término municipal,
estando bien comunicado con el pueblo por la carretera A-375 que une Sevilla -
Utrera - El Coronil - Montellano - Ronda. La particularidad de este castillo es
que está enclavado en una vaguada, siendo el único conocido de estas
características y su motivo se debe aparte de su función defensiva de la banda
morisca, la de guardar el valioso manantial que hay a sus pies.
Para algunos
historiadores como Antonio Ruiz Pérez, el origen del castillo podría ser
musulmán, pero según otros como la Profesora Magdalena Valor Piechotta y
algunos historiadores locales como Galbarro Rodríguez, el castillo sería de
nueva planta, pues no hay fuentes que confirmen la existencia de una fortaleza
anterior a la cristiana. Lo que sí parece que hubo es un asentamiento ibero
romano y más tarde islámico del que los restos encontrados son escasos sobre
todo en los aledaños de la zona sur- sureste del castillo como fragmentos de
jarras, lucernas o hallazgos de monedas árabes.
El castillo según
las fuentes probablemente fuera íntegramente de nueva planta aunque no se
descarta que pudieran trabajar peones o albañiles mudéjares.
Su construcción
consta de tres períodos que van desde 1348 hasta 1420. La primera fase y la más
importante es entre 1348-1353 y en ella se levantan la torre de Homenaje, la
torre albarrana y el patio de armas por importe de 22.800 maravedíes pagados
por el cabildo Catedral de Sevilla.
Una segunda fase
corrió a cargo de D. Per Afán de Rivera, adelantado mayor de Andalucía y señor
de las Aguzaderas desde 1388. La tercera sobre 1420 a cargo de su hijo D. Diego
Gómez de Rivera, quien ya había comprado El Coronil a la familia de los
Esquiveles, confiriéndoles el aspecto que vemos hoy. Ambos territorios tanto El Coronil como las
Aguzaderas a partir de 1419 pasarían a formar parte del mismo señorío.
Hasta
1505 los reyes seguirán nombrando Alcaide del castillo pero una vez sometida
Granada, la fortaleza perdió la importancia militar despoblándose la zona a
favor de la Villa de El Coronil a la que los Ribera les estaba dando gran auge. Posteriormente el
castillo se mantuvo en esta familia que por matrimonio se unió a los Enríquez y
luego a los Medinaceli que lo poseyeron hasta el siglo XIX, donando durante la
desamortización parte de la propiedad al ayuntamiento coronileño. El estado de
abandono que le siguió hizo que el duque de Alba presionara a las autoridades
para que lo protegiesen y fue declarado Monumento Nacional en 1927 siendo uno
de los cuatro primeros castillos de la provincia en obtener dicha distinción.
ANÁLISIS DE LA OBRA
El
castillo en origen contaba con la torre de homenaje y el patio de armas con las
cuatro torres angulares incluida la albarrana en el lado suroeste, esta última
fuera del lienzo de muralla para defender el manantial que estaba justo debajo
y que se unía al paseo de ronda sobre un arco apuntado, igual que aparece en la
entrada principal.
El
hecho de que la muralla en un primer momento no englobara la fuente pudiera
deberse a que su primer dueño, el Cabildo, no tuviera el uso exclusivo de la
fuente. Más tarde se edificó el patio del manantial encerrándolo dentro de las
murallas y ejerciendo todo el control sobre él, además de levantarse las dos
torres semicirculares, todo ello ya en tiempos de Diego Gómez de Rivera a
principios del siglo XIV.
La
torre de homenaje tiene unas dimensiones de 11,12 por 9,92 metros, encerrando una cámara cuadrada en el interior
de 6,42 m y un muro de 1,75 m de espesor, abriendo su única puerta al patio
principal.
En la fachada de
la torre se aprecian restos de ménsulas para matacanes y soportes para las
garitas en las cuatro esquinas superiores de la torre. Alrededor de la torre
protegiendo el parapeto almenado se le colocó en la última restauración un
zuncho de metal que evita que se desplome la parte alta de la torre.
La cimentación
podría indicar los restos de una hipotética fortificación anterior aunque es
posible que fuera cimentación natural y en las esquinas, los dinteles, zócalos
y bóvedas se hace uso de sillares a escuadra.
La primera planta
y la segunda albergan bóvedas vaídas de perfecta cantería muy similares a sus
homólogas del Águila y Lopera.
La
caja de escalera es estrecha y mide 0,70 m de espesor situada en el muro norte
y tiene bóveda de cañón. El terrado presenta un almenado con capuchones en
forma piramidal y parapeto que debía ser posterior a la construcción inicial,
pues no están los sillares trabados en los muros. En él se puede observar la
torre espécula o floreta para mejor visión debido al emplazamiento del castillo
o bien para proteger al vigilante del terrado en días de clima adverso y que
sería construida por la familia Ribera posteriormente.
El suelo del patio
no fue nivelado debido a la función del edificio meramente militar y en uno de
los lados de los muros se observan aún cimientos de dependencias que existían y
que podría servir para alojamiento de la guarnición o para guardar el ganado.
El
castillo de las Aguzaderas es uno de los que mejor conservan la traza original
casi integra siendo de los más visitados de la provincia de Sevilla.
BIBLIOGRAFÍA
RUÍZ DELGADO,
Manuel María. Carta arqueológica de la Campiña Sevillana. Zona sureste I,
Sevilla: Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1985
GALBARRO
RODRIGUEZ, Francisco de Paula. Erase una vez un pueblo… las Aguzaderas, Ayuntamiento
de El Coronil, 2017
RUIZ
PÉREZ, Antonio. Historia de la Villa de EL Coronil. Ayuntamiento de El Coronil.
1998
MOLINA ROZALEM,
Juan Francisco. Fortificaciones de la banda morisca en la provincia de Sevilla.
Diputación de Sevilla. 2016
GALERÍA DE IMÁGENES
Mario Pérez Díaz.
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