INFORME IPCE. MATERIAL NO APTO PARA SENSIBLES
Año
726, la emperatriz Irene convoca el II Concilio de Nicea. Las últimas revueltas
iconoclastas deben llegar a su fin. Este movimiento luchaba contra el culto a
las imágenes, la influencia oriental de religiones como la islámica o la judía,
incluso algunos versículos del Antiguo Testamento en los que se consideraba que
estos ritos eran adoraciones a esculturas.
Año
2019, el IPCE publica una serie de informes sobre restauraciones que se han realizado
en las últimas décadas. Entre ellas, varias imágenes de arte sacro
pertenecientes a hermandades de Sevilla. A través del medio ABC de Sevilla, las
hermandades denunciaron estas publicaciones por ser “hirientes” al verse los
procesos de restauración de sus imágenes y pidieron que se retiraran de
inmediato. A las pocas horas, el gobierno del Estado ordenó que se eliminaran de
la web del IPCE, impidiendo el acceso a todo aquel que quisiera consultarlos.
Afortunadamente,
algunos estuvieron rápidos y hemos podido obtener dichos informes gracias a la
colaboración de D. José Antonio Montero que nos lo ha facilitado para
consultarlos. A continuación, iremos dando detalles sobre ellos para comprender
la importancia que tienen estos documentos, no sólo para restauradores, sino
para cualquier persona con interés en la materia.
Primero
queremos resaltar la importancia multidisciplinar del patrimonio. En estos detallados
y amplísimos informes podemos ver cómo pueden trabajar en común historiadores
del arte, historiadores, restauradores, artistas, biólogos, químicos, físicos e
incluso médicos. Por eso, situaciones que hemos podido ver entre el mundo
cofrade que insta a que sólo sea del acceso a “expertos en restauración” obliga
a que muchas de estas profesiones que trabajan para el patrimonio queden
excluidas de un material que está hecho precisamente para su formación.
En
segundo lugar, este material debería ser de acceso general, ya no sólo para
expertos. Cualquiera que tenga un mínimo interés en aprender se le deberían
abrir las puertas del conocimiento y nunca ocultarlas ni cerrarlas en un baúl. Podríamos
llevar al absurdo situaciones como que uno no puede leer un manual de Historia
del Arte sin ser historiador o que no podría estudiar el ciclo de Gibbs sin ser
químico o farmacéutico, pero lo dicho, no vamos a entrar en el territorio de
los defensores de lo absurdo.
Desde
La Cámara del Arte hemos tenido acceso a los informes de las restauraciones del
Cristo del Cachorro, del Museo, del Gran Poder, de los Estudiantes, de los
Negritos y de Pasión. A lo largo de este artículo intentaremos mostrar los
detalles más importantes que no están ya al acceso del que quiera leerlo, con
el fin de demostrar el gran valor que tienen y la cantidad de información que
abarcan.
CACHORRO
Es
curioso ver cómo en la mayoría de las ocasiones son las propias hermandades las
que solicitan la ayuda del Instituto para analizar y restaurar sus tallas. Hay
diferentes circunstancias por la que acuden. La Hermandad del Cachorro tras el
incendio que se produjo en la actual basílica el 26 de febrero de 1973 necesitó
intervenir la imagen del Cristo que sufrió daños en su policromía y la pérdida
de parte del modelado de algunas piezas que sufrieron por la cercanía de las
llamas. Para colmo, el agua que se le aplicó para sofocar el incendio generó que
se levantara la policromía de la imagen.
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Estado de los pies del Cachorro tras el incendio. Foto: Joaquín Rodríguez Noguera. |
Es
muy interesante la cantidad de conceptos técnicos que se incluyen hasta el
punto de aportar datos informativos que no son aplicables a la imagen a tratar.
Aprovechando el momento en que detallan el mal estado de la madera tras el
incidente señalan el estado de pudrición seca de la madera, e incluyen otros conceptos
similares, pero para otros materiales como “la quemadura en seco en papel y
cáncer de lienzo en los lienzos”. Se
incide en la importancia de las fotografías. Hay que tener en cuenta que muchos
restauradores no van a poder acceder a imágenes que ya en los años 70 se
consideraban de gran valor:
“El
18-12-73, Don Gonzalo Perales Soria, director técnico del Instituto de
Conservación y Restauración de Obras de Arte, nos consultó sobre origen y
peligro del daño en la mencionada talla, entregándonos una foto del daño y un
frasquito con restos de la madera, obtenida en el brazo derecho”.
Finalmente,
se optó por levantar la policromía quemada, consolidar la madera y reconstruir
el modelo de las piezas perdidas. Sin este documento muchos no sabrán cuáles
son las piezas originales y las añadidas, ya que la reconstrucción se hizo con
la misma madera (madera de cedro) que la original.
MUSEO
En
cuanto al Cristo de la Expiración del Museo se realizó, a petición de la hermandad
que acude a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, un estudio
físico de posibles piezas metálicas internas mediante radiografías. Gracias a
ellas, se pudo saber del vaciado interno en troncos y piernas.
La
imagen fue restaurada previamente por D. Francisco Peláez del Espino en 1979
que fue el responsable de añadir estructuras metálicas a la talla que se
pudieron visionar en las radiografías. Contaba con piezas metálicas en:
- Antebrazos cruzando el pecho.
- De la cabeza a los lumbares.
- El perno que lo une a la cruz.
- Dos varillas de las axilas a la cadera.
- De las anteriores surgían otras cuatro, dos a dos, que se extendían por las piernas.
- Una banda metálica en la cadera.
- Varillas en los dedos de la mano izquierda.
- Muñeca izquierda reforzada con fragmentos metálicos.
- Grapas de oficina por la cadera, para sujetar algún revestimiento.
- Antebrazos cruzando el pecho.
- De la cabeza a los lumbares.
- El perno que lo une a la cruz.
- Dos varillas de las axilas a la cadera.
- De las anteriores surgían otras cuatro, dos a dos, que se extendían por las piernas.
- Una banda metálica en la cadera.
- Varillas en los dedos de la mano izquierda.
- Muñeca izquierda reforzada con fragmentos metálicos.
- Grapas de oficina por la cadera, para sujetar algún revestimiento.
Una
auténtica ferretería que no hay que ser muy dado en la materia para saber que
el hierro erosiona la madera, y las contracciones y dilataciones de la madera
hacen que actúe como una lima, y más en una talla procesional que sufre
movimientos bruscos en sus salidas. Otro
de los asuntos que preocupaban era el oscurecimiento de la talla. Se hizo un
estudio químico mediante métodos como microscopía óptica, análisis microquímicos
de pigmentos y aglutinantes, espectometría de infrarrojos y cromatografía de
gases para comprobar la composición de la pasta con la que está realizada la
talla.
Se
pudo concluir que la talla original no tenía aglutinantes y los que tiene son
añadidos de restauraciones posteriores. Por tanto, el culpable del
oscurecimiento fue un film de plástico que se le encontró a la imagen en los
trabajos de limpieza y también a causa del amarilleamiento de la cola blanca
aplicada en restauraciones. Es
muy curioso ver cómo el informe recoge incluso información oral de un hermano
de la corporación del Lunes Santo del que se respeta su anonimato:
“Un
hermano cofrade dijo que a las 72 horas de regresar de esa restauración (la de
Francisco Peláez) comenzó a oscurecer. (…) y que en 1988 el restaurador tapó
una grieta con un polímero casero (pasta negra) que desprendía calor”.
Una
de las conclusiones del informe es que esa pasta tendría parte de culpa del
ennegrecimiento del Cristo.
Sinceramente, creemos que es más hiriente ver cómo procesionaba el Cristo, por ejemplo, en el Santo Entierro Magno de 1992. Las imágenes que se proyectan en este informe reflejan una mayor preocupación por la conservación de la talla que la que se le tuvo anteriormente, tanto por las hermandades (no es el único caso, como estamos viendo) como por lo que realizaron restauraciones erróneas.
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Estado de la talla en el Santo Entierro Magno de 1992, intervención y estado actual. |
Sinceramente, creemos que es más hiriente ver cómo procesionaba el Cristo, por ejemplo, en el Santo Entierro Magno de 1992. Las imágenes que se proyectan en este informe reflejan una mayor preocupación por la conservación de la talla que la que se le tuvo anteriormente, tanto por las hermandades (no es el único caso, como estamos viendo) como por lo que realizaron restauraciones erróneas.
GRAN PODER
“Partiendo
de la reunión celebrada en la Hermandad el pasado 9 de noviembre de 1982, en la
que se examinó la escultura y el material radiográfico y fotográfico relativo
al proceso de restauración llevado a cabo en 1977”.
La
importancia del material eliminado es tan valiosa que en la década de los 80
empiezan el informe resaltando que es fundamental examinarlo antes de llegar a
cualquier conclusión. El
caso del Gran Poder fue otra restauración previa que le añadió un armazón de
hierros con el fin de darle mayor estabilidad, pero en verdad lo que hizo de
nuevo es generar un efecto de lima sobre la madera y aumentar el peso de la
talla. Llegó al punto de que por los tobillos se podría haber partido la talla.
Se
hizo un primer trabajo de consolidación, debido a la cercana salida procesional
de la imagen en la Madrugá del Viernes Santo. Posteriormente, se le realizó la
intervención para eliminar los elementos metálicos y sustituirlos por espigas
de madera que ofrecen mayor elasticidad. También se le añadió un tercer punto de
apoyo que se había suprimido en la anterior restauración. Resaltamos
las duras palabras de Joaquín Cruz Solís a la restauración llevada a cabo por
el Señor Peláez sobre Jesús del Gran Poder:
“No
es comprensible, en restauración, el descuartizamiento al que ha sido sometida
la imagen y consideramos totalmente equivocado el tratamiento llevado a cabo
por el Sr. Peláez. (…) este trabajo nada tiene que ver con una restauración ni
mucho menos con una conservación, ya que la escultura se encontraba en mejores
condiciones antes del tratamiento”.
Lo
importante de estos informes no es sólo que aportan soluciones, sino que
enseñan también las malas praxis con la que se han tratado (y se siguen
tratando) las imágenes de algunas hermandades que dejan las tallas en manos
equivocadas, con o sin formación.
“Estudiadas
las radiografías en la reunión del día 4 de febrero, todos los miembros de la
Comisión comprueban que el estado de la imagen es más lamentable de lo
previsto”.
La
visualización de las radiografías es fundamental para conocer el estado de
conservación de la talla en una comisión formada por expertos y no expertos, ya
que se encontraban catedráticos de la talla de D. José Hernández Díaz o D. Enrique
Gómez Piñol, artistas como D. Luis Álvarez Duarte, restauradores como D. Joaquín
Cruz Solís o miembros de la junta de la hermandad como el secretario, D.
Mariano Serna García.
ESTUDIANTES
De
nuevo, a instancias de la hermandad se hace una petición para realizar un
informe técnico sobre el estado de conservación del Santísimo Cristo de la
Buena Muerte. Se sabía de varias grietas, pero la más grave era una fractura a
la que no se podía acceder por medios técnicos, por lo que se tuvo que realizar
una endoscopia a la talla.
La
última restauración fue llevada a cabo por Francisco Arquillo en 1983, tras el
accidente por el que se desprendió la cabeza del Cristo. Una intervención que costeó,
curiosamente, la tabacalera. El informe critica la pésima calidad de las fotografías
y radiografías que aporta Arquillo. En
el laboratorio de física se decide realizar radiografías nuevas a la talla para
detectar los clavos metálicos que tiene en su interior. Se
detectan mutilaciones como la eliminación de la corona de espinas que estaba
tallada, por ello se suprimieron una serie de cabellos de la cabeza del Cristo.
Finalmente
se señala que la policromía está dañada por la oxidación de los barnices y repintes
para ocultar grietas, práctica que ampliaron por el resto de la policromía. Añadieron
también un análisis de la iluminación de la capilla para una mejor conservación
de la imagen con un estudio microclimático.
NEGRITOS
Se
hace mención a la última restauración llevada a cabo por A. Sánchez Cid en 1940,
en la que se descubrió el pergamino con la autoría del Cristo. Se
le realizaron radiografías para conocer su estado de conservación y curiosamente,
intentar comparar su cabeza con la de Jesús del Gran Poder. Gracias
a estas radiografías se pudieron detectar unas grietas en el brazo en el que “el
estado de la unión es muy preocupante y podría fallar en cualquier momento”. La
cabeza y el sudario contaba con puntas metálicas para sustentar en el pasado una
peluca y algún ropaje.
También
se le añadieron clavos para intentar sujetar las fisuras, que en vez de hacer
esa labor conseguían lo contrario. Por
lo que se optó por eliminar los elementos metálicos y los repintes que había
sufrido la imagen a lo largo del tiempo. Se
señala la mutilación de elementos como la corona de espinas y un mechón de pelo
que estaban talladas en bloque, pero se concluyen aplicando los conceptos
modernos de la restauración:
“No
creemos oportuno reintegrarla debido a la falta de datos originales que se
poseen y que obligaría a inventarla”.
El
laboratorio de química realizó un trabajo de análisis de la policromía que va
acompañado de dibujos del Santísimo Cristo de la Fundación, señalando de dónde
se tomaron las muestras.
PASIÓN
En
este caso, de nuevo tras la petición de la hermandad encabezada por su hermano
mayor, D. Javier Criado, participa el médico D. Alfonso Camacho para realizar
una radiología al Señor de Pasión.
Estas
radiografías permitieron ver que en su interior había clavos de forja, clavos
modernos, varillas metálicas roscadas y otros elementos metálicos. Lo más
grave, la grieta que tenía en su muslo izquierdo provocada por anteriores
restauraciones que también deterioraron la policromía con un oscurecimiento
típico del betún de Judea. El
Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) acondicionó una de las salas a
la temperatura y humedad adecuadas para su intervención. Se
le realizaron fotografías, radiografías, informes del laboratorio químico, análisis
de pigmentos y una amplia documentación histórica.
Curiosa
es una de las conclusiones a la que llegan:
“Seguramente
que Martínez Montañés, conocedor de las tensiones de la madera, no concibió
nunca esta escultura como para salir en procesión. (…) El equilibrio, y sutileza
que exhibe apoyada solamente con el pie izquierdo y apenas sobre el derecho, son
más idóneos para la contemplación en su Camarín que para sufrir los movimientos
de toda una Estación de Penitencia”.
En
un listado se recogen los elementos suprimidos, un nuevo caso de exceso de
elementos metálicos por desastrosas restauraciones:
- 2 barras roscadas.
- 4 tornillos.
Este
puede ser uno de los informes más reveladores a la hora de tumbar el concepto
de “hirientes” por parte de las hermandades. Se hace una investigación
pormenorizada, pero además no exenta de un cariño y una devoción por parte de
los trabajadores del patrimonio que se ha de difundir:
“No
queremos finalizar sin dejar constancia de la devoción que inspira la imagen de
Nuestro Padre Jesús de la Pasión, a quien durante el tiempo que ha durado la
restauración no le han faltado claveles colocados a sus pies por gente sencillas
que cuidaban y limpiaban el entorno. Ya está en su Capilla del Divino Salvador
y ahora le añoramos”.
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Radiografía de Jesús de Pasión. |
Como
conclusión, la necesidad de difundir estos informes es más que notable. Como
hemos podido ver, en muchos casos, las numerosas restauraciones negativas que han
sufrido las tallas, que son responsabilidad de las hermandades que le encargaron
estos trabajos a personas no capacitadas, o el descuidado tratamiento de las
propias hermandades a sus esculturas son bastante más hirientes que las
imágenes que se reproducen en estos documentos, cuyo único fin es difundirlas para
que puedan perpetuar en el tiempo y así mantener su función artística y religiosa,
al mismo tiempo.
Para
finalizar regresamos al año 726. Juan de Damasceno, doctor de la Iglesia y uno
de los principales iconódulos (a favor de las imágenes como vía para llegar a
Dios) nos dice:
“Lo
que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los que no leen. Lo
que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las
imágenes son el catecismo de los que no leen”.
O
lo que es lo mismo en 2019 las fotografías son imágenes para los que no tienen
nociones de restauración. Lo que se da en la Facultad de Medicina, lo enseña
una radiografía a los ojos.
BIBLIOGRAFÍA Y FOTOGRAFÍAS
- Ministerio de Educación y Ciencia - Dirección General de Bellas Artes. Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte (1973). Informe técnico correspondiente a la talla de Francisco Ruiz Gijón el Santo Cristo de la Expiración ("El Cachorro") perteneciente a la cofradía del mismo nombre, sito en la calle del Patrocinio, barrio de Triana (Sevilla).
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1989). Informe técnico correspondiente a la talla de Marcos Cabrera de la Expiración perteneciente a la cofradía de "El Museo".
- Comisión nombrada por la Dirección General de Bellas Artes (1983). Restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1994). Informe técnico del estado de conservación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1988). Santísimo Cristo de la Fundación. Hermandad de los Negritos.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1995). Informe previo y final de la restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión, perteneciente a la Archicofradía Sacramental de Pasión. Parroquia del Divino Salvador. Sevilla.
- Ministerio de Educación y Ciencia - Dirección General de Bellas Artes. Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte (1973). Informe técnico correspondiente a la talla de Francisco Ruiz Gijón el Santo Cristo de la Expiración ("El Cachorro") perteneciente a la cofradía del mismo nombre, sito en la calle del Patrocinio, barrio de Triana (Sevilla).
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1989). Informe técnico correspondiente a la talla de Marcos Cabrera de la Expiración perteneciente a la cofradía de "El Museo".
- Comisión nombrada por la Dirección General de Bellas Artes (1983). Restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1994). Informe técnico del estado de conservación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1988). Santísimo Cristo de la Fundación. Hermandad de los Negritos.
- Ministerio de Cultura. Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (1995). Informe previo y final de la restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión, perteneciente a la Archicofradía Sacramental de Pasión. Parroquia del Divino Salvador. Sevilla.
Álvaro Iglesias Galán
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