El mar, Sesión 1
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Ejercicio terminado |
La última vez que nos
vimos te había enseñado a pintar un paisaje, copiando “Paisaje en Normandía”,
de Gustave Caillebotte, ¿te acuerdas? (Puedes pinchar aquí para verlo.) Se
trataba de aprender a pintar un cielo, un elemento en perspectiva, árboles e hierba.
Ahora vamos a
incorporar el elemento agua. Como todo, tiene su truco. No es lo mismo pintar
un río, un lago o el mar; si es un mar quieto o embravecido.
Para ello te propongo
copiar este cuadrito de Carlos de Haes, “Paisaje de Guetaria”, de 1881, y que pertenece
al Museo del Prado. Está pintado al aire libre, allí en la costa del mar
Cantábrico. De Haes era un pintor belga que se estableció en España y que
promovió la pintura de paisaje al aire libre. Lo elegí porque reúne 3 cosas que
quiero que aprendas hoy: cielo, playa, mar.
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Carlos de Haes, Playa de Guetaria, 1881 |
Como te explicaba la
otra vez (pincha aquí), lo ideal sería que fuésemos hasta allí, plantásemos el
caballete en la arena y te diese la clase allí mismo, frente a ese mar inmenso.
Pero por el momento no es posible y tenemos que contentarnos con lo que tenemos.
Copiar una obra de un maestro ayuda muchísimo a entender cómo lo hizo. Por otro
lado, pintar un cuadro a partir de una foto no es aconsejable: por más que
tengas una cámara de último modelo, no hay como estar ahí y percibir el viento,
el ir y venir de las olas. Si te presentara una foto mía para copiar, estarías
copiando el resultado de una experiencia que tú no tuviste; no sabes cuáles
fueron mis sensaciones en el lugar, ni por qué elegí ese encuadre y no otro. Si
no te queda más remedio que copiar una foto, que sea una que has sacado tú.
De Haes nos muestra una
escena de playa, con formaciones rocosas. No sabemos qué hora del día es, sólo
sabemos que hay algunas nubes. No sabemos si es invierno, verano, otoño o
primavera.
Las rocas de la
izquierda son como una muralla que no deja ver más allá. Como contrapunto,
tenemos todo el espacio abierto del mar, el cielo, la línea del horizonte. Las
rocas son el punto de partida para la mirada del espectador, que sigue hacia la
derecha y termina volviendo a la playa acompañando el movimiento del mar.
Para este ejercicio
vamos a usar blanco de titanio, azul ultramar, amarillo medio, ocre amarillo,
tierra sombra tostada y un poco de carmín (o laca carminada alizarina o carmín
de garanza; te expliqué aquí cómo usarlo.) Además de los pinceles que ya
tienes, puedes incorporar uno de punta fina para detalles de líneas; no de
canto recto, como hemos estado usando hasta ahora.
Seguiremos con el papel
como soporte. El que yo uso tiene mucha textura, así que antes le he dado una
mano de imprimante o Gesso. El cuadro tiene un formato alargado de 61 x 34 cm;
si bien no es una medida estándar, el formato alargado y apaisado es el
tradicional para la pintura de marinas. Sea cual sea tu soporte, tienes que
mantener las proporciones del cuadro original para que el motivo no presente deformaciones.
En los paisajes no hace
falta dibujar demasiado. Se trata sólo de ubicar los elementos y de manera
proporcionada, como guía. Lo puedes hacer con carboncillo, lápiz o bien, con
pintura diluida, con algún color que vayas a usar en el cuadro. Yo prefiero
usar azul ultramar.
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Bosquejamos el motivo. |
En los paisajes siempre
se comienza por el cielo, ya que éste determina el momento y las condiciones
lumínicas de la escena. Como hicimos con la copia del cuadro de Caillebotte (te lo expliqué aquí), vamos a aplicar pinceladas de azul ultramar (bastante),
amarillo y carmín (poco). Y luego difuminamos con blanco, con pinceladas
circulares para dar la sensación de cielo nuboso.
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Técnica para pintar cielos |
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Detalle |
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Cielo terminado |
Una vez que lo tenemos
terminado, hacemos la línea del horizonte, difuminando, para que el color del
cielo ingrese en la zona del mar. Si no te queda perfectamente recta, no te
preocupes, más tarde la podremos retocar.
Ahora
toca cubrir todo nuestro soporte, de tal manera que no nos queden zonas
blancas, y con un tono base para cada elemento. Delineamos las rocas, marcando
sus oquedades con tierra sombra tostada. Para la hierba, fabricamos un verde
con nuestro azul y amarillo. Para la arena debemos mezclar ocre con un poco de
carmín, azul y blanco. ¿Por qué hacemos esto? La luz del sol se descompone en 3
colores básicos: azul (cyan), amarillo, carmín (magenta) -y por eso aprendiste
a pintar los cielos así-; como la playa está compuesta de millones de
cristalitos que reflejan la luz del sol, estos 3 colores van a estar siempre
presentes. Si tienes la oportunidad de estar en una playa, fíjate cómo cambia
el color de la arena según el tipo de cielo que haya en ese momento.
Y el mar, por ahora, lo
vamos a pintar con azul ultramar puro. Agregaremos unas rayas de tierra sombra
tostada y de ocre, para dejar fijadas ya esas zonas en donde hay rocas o donde
el agua no es tan profunda y se trasluce la arena.
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Cubrimos nuestro soporte con los tonos base de cada zona. |
Lo vamos a dejar aquí,
para que no se nos haga muy larga esta lección. Pero ten en cuenta que el
artista lo hizo de un tirón, trabajando sobre la pintura fresca.
No te olvides de
limpiar la paleta y los pinceles.
Hoy aprendiste a:
-pintar
cielos y arena y
-los
rudimentos de la técnica de las marinas.
Coméntanos tus progresos y, si tienes dudas, ¡contacta conmigo!
Bibliografía
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde,
1985
GUTIÉRREZ MÁRQUEZ, Ana. Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, 2002
MACPHERSON, Kevin. Landscape painting. Inside & Out,2010
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and
techniques, 1991
©2019
Cristina del Rosso
.
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