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Foto: Pixi Arnoso_Copyright Fundación Barrié_Fundación Catedral de Santiago. |
COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EL PÓRTICO DE LA GLORIA
FICHA
TÉCNICA
CONTEXTO HISTÓRICO
Siguiendo la tradición, el descubrimiento del sepulcro
apostólico año 813 por parte de un ermitaño llamado Pelayo constituye un fenómeno
extraordinario que convertirá Compostela en una capital mundial de
peregrinación junto a Roma y Jerusalén, vertebrando el territorio europeo a
nivel cultural, comercial y artístico gracias al flujo de peregrinos que
acudían a venerar los restos apostólicos.
La fábrica de la catedral románica se había iniciado
en el año 1075 y se prolongó hasta 1211. El Maestro Mateo había sido contratado
como director de obras para completar los dos tramos de las naves, un coro
pétreo, la cripta, el pórtico sobre ella y la fachada exterior por el lado occidental. El conjunto se concluiría el 21 de abril de 1211, en que
tuvo lugar la solemne consagración de la catedral de Santiago de Compostela.
ANÁLISIS FORMAL
El basamento del pórtico constituye una amalgama de
animales reales y fantásticos sobre los que se levanta la estructura dividida
en tres puertas, con relieves en los arcos laterales y en el tímpano, y
estatuas de magnífico tratamiento en el parteluz y las arquivoltas, así como en
las jambas.
Los arcos laterales carecen de tímpano, pero en sus
arquivoltas se presentan dos temas complementarios entre sí y antagónicos al
tímpano central: en el izquierdo se distinguen figuras con pergaminos que
representan la ley mosaica (por tanto, judíos); en el arco derecho aparece el
Juicio Final con los tormentos de los condenados y la conducción al cielo de
los bienaventurados, y en el tímpano central se representa la Iglesia
expectante ante la manifestación de Cristo como Salvador en la majestad de su
gloria, rodeado de los evangelistas y las almas de los santos. En la parte
inferior del tímpano aparecen los instrumentos de la Pasión: la columna, la
Cruz que portan ángeles con manos veladas, la corona de espinas llevada por
otro ángel, los cuatro clavos, la jarra con la que se lavó las manos Pilato, la
sentencia, el flagelo, el cartel de INRI y la esponja que se empapa en vinagre.
Alrededor, en la arquivolta, aparecen los 24 ancianos
del Apocalipsis afinando sus instrumentos: he aquí el carácter
profético de la escena, muy común en época románica pero que alcanza aquí un
tratamiento naturalista que se plasma en una belleza serena e idealizada que nos habla del desarrollo que conocerá la escultura gótica.
Este tímpano se ubica sobre los dinteles, uno de los
cuales tiene la inscripción epigráfica que permite datar la obra:
En
el año de la Encarnación del Señor, 1188, era de 1226, y primer día de abril,
los dinteles del portal principal de la Iglesia del bienaventurado Santiago
fueron colocados por el Maestro Mateo, que dirigió la obra desde sus cimientos.
El parteluz presenta al santo patrono sedente,
recibiendo al peregrino, con un extraordinario tratamiento plástico y
sosteniendo el báculo en Tau sobre una representación de la Trinidad. Esta, a su
vez, se asienta sobre una columna magníficamente tallada que representa el
motivo del árbol de Jesé (la genealogía de Jesús), rematada por María pero en
cuya base está Jesé, David y Salomón, así como Daniel en el foso de los leones
que, según algunas interpretaciones, evoca a Hércules: en todo caso, es el
motivo de un hombre que domina el mal.
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Detalle de Santiago sedente en el parteluz. ©Fundación Barrié_Fundación Catedral de Santiago. |
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Detalle el grupo de apóstoles de la parte derecha de las jambas del arco central. ©Fundación Barrié_Fundación Catedral de Santiago. |
En las jambas que soportan los arcos aparecen una
serie de profetas (izquierda) y apóstoles (derecha) con los rostros
personalizados, la mayoría de ellos identificados, que se relacionan entre
ellos, interactúan también con el espacio circundante, y establecen una relación con las figuras que prolongan la obra en
la contrafachada, así como con las desaparecidas del exterior de las que se
conserva registro documental: es un planteamiento estético absolutamente novedoso para una época en la que se estaba desarrollando el estilo románico tardío.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
El Pórtico de la Gloria desarrolla una iconografía de
contenido apocalíptico que gira alrededor de la idea de la redención y la vida
eterna en la Jerusalén celeste, completando el complejo programa iconográfico
original de las portadas laterales y representando el momento culmen de la Historia de la
Salvación.
El Maestro Mateo fue el artífice de las obras
catedralicias, pero también fue el director del programa escultórico del
Pórtico. Por ello, no es posible considerar el pórtico aisladamente, sino como
parte de un planteamiento en tres niveles: cripta, pórtico y parte superior de
la tribuna. En efecto, las claves de las bóvedas de estas estructuras nos
ofrecen el compendio de la temática: en la cripta se representan los astros que
iluminan la tierra, mientras que la cubierta del pórtico está presidida por la
representación del Cordero místico, luz del cielo: “La ciudad no necesita ni de
sol ni de luna que la ilumine, porque la ilumina la gloria de Dios, y su
lámpara es el Cordero” (Ap 21, 23).
En la ya descrita arcada izquierda, además de los
motivos ornamentales de hojas rizadas de col (“berza mateana” que ya había
aparecido en la escultura de los capiteles que se corresponden con los tramos
de nave de fábrica mateana) aparecen personajes que representan las 12 tribus
de Israel, como figura del Antiguo Testamento que aún no conoce la Redención
mesiánica: los justos de la historia del Pueblo de Israel aparecen como niños
que son rescatados y serán llevados a la Gloria, que aparece en el tímpano
central.
A la derecha aparecen los ángeles que llevan hacia el
centro a los que han sido justos bajo la ley del Nuevo Testamento, y en el
medio en la zona de arquivoltas se representa el infierno con los demonios
atormentando a los condenados y representando distintos vicios: los pecados
realizados con las manos, serpientes y monstruos que devotan simbolizando la
lujuria, los traidores en la figura de Judas que se ahorca, el pensamiento
avaro que se significa con un monstruo que devora cabezas, la gula como una
figura a quien no se permite comer ni beber…
El tímpano central, a donde han llegado las almas los
justos de la antigua ley de la izquierda y los del nuevo testamento desde la
derecha que aparecen orando, está presidido por Cristo resucitado en majestad con
una espléndida túnica orlada que ha adquirido mayor esplendor tras la última
restauración. No es un simple Pantocrátor, sino que muestra las llagas
evidenciando que ha pasado por la muerte para llegar a la Gloria. El
tratamiento plástico del magnífico Tetramorfos que lo rodea nos habla también de un interés por
captar la expresión del sentimiento que supone un paso adelante con respecto a
la estética románica.
En el críptico libro bíblico del Apocalipsis aparecen
estos misteriosos 24 ancianos que “cantan un cántico nuevo” (cfr. Ap 5, 9; 14,
3). Se trata de una de las claves catequéticas del conjunto, pues los estudios
musicológicos llevados a cabo a partir de 1988 revelan que los personajes no
están interpretando, sino afinando sus instrumentos mientras conversan: se
trata del momento previo a la segunda venida de Cristo, la venida definitiva en
majestad para el Juicio Final. Así, esta escena supone un aviso o recordatorio
de ese momento que llegará y en el que se sumerge al peregrino, instándole a
estar preparado para formar parte del coro de los santos al final de los
tiempos.
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Detalle de los ángeles portadores de la Cruz de la Pasión y de parte de los ancianos tocando instrumentos y sosteniendo recipientes con aromas de incienso, símbolo de oración. © Óscar Corral
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La procedencia de los personajes que aparecen en las
jambas se adivina por la longitud de sus barbas, que es símbolo de la edad y
por tanto de la sabiduría: los patriarcas tienen la barba muy larga, los
personajes veterotestamentarios también larga aunque no tanto, y los apóstoles
tienen una barba más corta. Además, muchos son fácilmente identificables por
sus atributos. Al gran tímpano dan acceso los ángeles; Isaías, Daniel, Jeremías
y Moisés aparecen a la izquierda; enfrente aparecen Pedro, Pablo, Santiago y
Juan (en una calidad inferior a la del artista de los profetas, menos
estereotipados). La indumentaria tenía unas orlas pintadas sobre las que a
finales del siglo XV se pusieron unas chapas metálicas de estaño y se doraron.
Santiago lleva el báculo con el paniselus,
como lo llevaban los obispos. Todo ello ha adquirido una nueva concepción
visual a raíz de la recuperación de la policromía y de la restauración que
culminaron el pasado año 2018.
Detalle del grupo de patriarcas y profetas del Antiguo Testamento en el tímpano central. © Fundación Barrié / Fundación Catedral
Bajo el parteluz con la figura del apóstol hijo de Zebedeo, hay un capitel
en el que se representan las tentaciones de Cristo: una promesa de la
recompensa del justo y una invitación a la lucha espiritual contra las
tentaciones, ya que en cada cara aparecen distintos pecados. En la zona que
mira al altar aparece un personaje que se lava las manos. Hay dos
interpretaciones: Cristo lavando las manos a sus discípulos en la Última Cena,
o el mismo Cristo purificándose tras las tentaciones. Además las figuras del árbol de Jesé
del Pórtico de la Gloria tienen un tratamiento más cercano al románico tardío,
representando la “santa parentela” (la Virgen María rodeada de las otras hijas
de santa Ana y sus respectivos hijos apóstoles, según la “Leyenda dorada” de
Jacobo de la Vorágine); todo ello, sobre el bestiario medieval en el que se
asienta el pórtico como representación del pecado que se aplasta con el triunfo
de Cristo.
CURIOSIDADES
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Detalle del rostro del Apóstol en el parteluz tras la restauración de 2018. © Óscar Corral
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CURIOSIDADES
- En la parte posterior de la columna del árbol de Jesé aparece el popular "santo dos croques", que según la leyenda representa al Maestro Mateo contra la que los peregrinos chocaban su cabeza para obtener sabiduría; sin embargo, la concepción social del artista medieval desmiente que se hubiese representado a sí mismo.
- En el centro del tímpano hay dos figuras tocando un solo instrumento: es el organistrum o zanfona, que actualmente sigue formando parte del instrumental popular gallego.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
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"Introitus pulcre refulget: algunas reflexiones sobre el programa
iconográfico de las portadas románicas del transepto de la catedral", La meta del camino de Santiago. Santiago,
1995.
CONANT, Kenneth John: Arquitectura románica de la catedral de Santiago de Compostela con MORALEJO ÁLVAREZ, Serafín: "Notas para
una revisión de la obra de K. J. Conant". Santiago de Compostela, 1983.
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NÚÑEZ RODRÍGUEZ, Manuel (coord.): Santiago, la catedral y la memoria del arte.
Santiago de Compostela, 2000.
SENRA GABRIEL Y
GALÁN, José Luis (ed.): En el principio:
génesis de la Catedral Románica de Santiago de Compostela : contexto,
construcción y programa iconográfico. Pontevedra-Santiago, 2014.
YZQUIERDO PERRÍN, R.: Galicia. Arte.
Arte Medieval. A Coruña, 1993.
María del Camino Viana
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