Revisión a la trayectoría del artista
“La
pittura è cosa mortale” - La pintura es algo mortal - rezaba el título de la
gran exposición que el Palacio
Chiericati (Vicenza) dedicaría en 2014 a Nicola Samori, artista capaz de
otorgar a la materialidad de la pintura aquello que los mártires representados
en la historia del arte ofrecen a los fieles: tras las heridas, el sufrimiento y la muerte, puede esconderse algo
tremendamente hermoso. No sin motivo se ha convertido en uno de los autores
más complejos e interesantes del panorama artístico actual.
Nicola
Samori, de origen italiano, nace en 1977 y se forma en la Academia de Bellas Artes de Bolonia, especializándose en el estudio
de la pintura barroca; aunque parece haber sido discípulo directo de Miguel
Ángel, José de Ribera o Caravaggio, pues sus habilidades técnicas nos permiten medirle con los antiguos maestros
del Renacimiento y el Barroco, de quienes toma no solo el estilo, sino
también las estructuras y los modelos que posteriormente adapta a su propio
trabajo.
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Arriba, Caravaggio, San Juan Bautista Reclinado (1610). Abajo, Nicola Samori, Prua degli informi (2010). |
En
su taller, ubicado en una iglesia renacentista reconvertida, Samori parte su
producción con una serie de obras más
que reconocidas en el arte occidental, especialmente las del maestro
español del siglo XVII José de Ribera
“lo spagnoletto”. Su punto de partida consiste en una copia brillantemente
ejecutada del original, su obra reexamina los clásicos con la necesidad de deconstruir las estructuras que asociamos a la belleza,
asumiendo el rol de creador y destructor de su propio arte y dirigiendo su
técnica hacia una reflexión sobre la condición intocable del arte expuesto en
los museos.
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Reinterpretación de la Magdalena en éxtasis de Caravaggio (1613) |
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Volta del Mondo (2014) |
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Izquierda, Nicola Samori, L'Occhio Occidentale, (2013). Derecha, José de Ribera, San Andrés (1640) |
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Izquierda, Nicola Samori, Irene Scopre l’Informale (2012). Derecha, José de Ribera, San Sebastián atendido por Santa Irene y su criada (1640) |
Sin
embargo, Samori también tiene reminiscencias en la modernidad artística de la posguerra italiana, como en los
artistas Lucio Fontana, Gino de Dominicis o Michelangelo Pistoletto, pues
comparte con ellos la idea de crear algo
nuevo a partir de lo ya existente por medio de la transformación artística.
Inevitablemente, sus obras también nos recuerdan a las pinturas de Soutine y
Bacon, y su obsesión con las texturas similares a la de la carne y la piel nos
evoca al informalismo europeo.
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Francis Bacon, Estudio según el retrato del Papa Inocencio X de Velázquez (1953) |
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Crowned (2014) |
Y
es que el artista nos lleva al corazón de una de sus fascinaciones: la piel humana y lo que hay bajo ella;
para él, la pintura tiene “capas de piel”, como la carne humana. Su obra
pictórica es casi una representación escultórica, abstracta, de la piel y los
huesos que se desprenden de la superficie del cuadro con cada capa de pintura.
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Anulante (2018) |
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Storia esemplare della carne (2017) |
“Me parece
que existe una correspondencia asombrosa entre la piel y la pintura. El hecho
de levantar la película de pintura con un bisturí destaca esta tautología. El
interior de la pintura siempre ofrece una imagen desconocida, un aspecto
sorprendente que al igual que la piel, revela una frescura y una intensidad
desconocida en los tonos exteriores.” (Nicola Samori)
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Interno assoluto (2012) |
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Maddalena (2010) |
Su
técnica, absolutamente personal e inconfundible, consiste en la construcción de
metódicas réplicas en grandes dimensiones a las que otorga una nueva identidad
por medio de la destrucción de la figura original: cuando el cuadro parece estar terminado, en realidad sólo acaba de comenzar
el proceso de su creación. La obra es trabajada en varias capas,
normalmente comenzando con una grisalla y añadiendo a continuación los colores
a base de veladuras y como soporte utiliza lienzo, madera o cobre. Rasga,
emborrona, usa disolventes o aplica más pintura, creando casi abstracciones,
invirtiendo el proceso de arranque por el de añadido; garabatea, pasa los
dedos sobre la superficie del cuadro, usa un bisturí con el que poco a poco
corta la capa superficial y la desprende del resto de capas pictóricas. Así hasta que el significado de la que
parecía en principio la obra definitiva se desfigura y se convierte en una
confusa composición donde se expone el
interior de la pintura mediante la eliminación de capas de “piel” y
los signos de esa calculada destrucción dominan la superficie reelaborada. Su
temática no se aleja de las más comunes
en la historia del arte: retratos, temas religiosos, naturalezas muertas,
incluso paisajes, y el tenebrismo barroco predomina en sus composiciones, donde
las figuras emergen de la oscuridad del espacio pictórico.
Reconocido
por su dedicación a preservar el estilo y temas clásicos en sus pinturas,
Samori maneja hábilmente el pincel propio de cada artista para crear piezas
cambiantes y atmosféricas que pesan tanto física como metafóricamente. Con
su fusión magistral entre la intensidad
dramática del barroco y la esencia incontrolada del expresionismo y el
informalismo europeo, cada una de las composiciones de Samori se
caracteriza por una serie de diferentes enfoques posibles que subrayan el
diálogo personal de este artista con sus obras. La obra de Samori es el punto
de partida para una reflexión sobre las posibilidades y límites de la pintura
misma, el artista se interna físicamente en su obra, mostrando en la superficie
de la pintura algo instintivo y brutal. La creación de cada una de sus
composiciones es como una ceremonia previa a su destrucción -y consecuente
creación- sistemática. Las formas y los
personajes se funden con los patrones creados por el artista, contrastando
las figuras serenas y delicadas con aquellas que se muestran deformadas por su
deconstrucción, que cambian drásticamente la visión religiosa y sagrada del
original, perpetuo e intocable, expuesto en un museo.
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Nubifregio (2010) |
Aquí
es donde la obra del italiano impacta, no solo por el evidente virtuosismo,
sino por el poder espiritual que emana
de la propia destrucción del lienzo y su mecanismo capaz de deslegitimar el
propio academicismo.
La
mayoría de los elementos representados en su extensa obra describen un
martirologio, asumiendo y desarrollando un amplio espectro de iconografía
ofrecido por los grandes maestros del
pasado. Y, aunque a veces no puede opacar el poder de la obra en que se
inspira, en otras acierta de manera contundente, como es el caso de sus reinterpretaciones del martirio de
San Bartolomé, cuya piel se vuelve lienzo y cuelga del cuerpo del
personaje. El mártir literalmente se abre bajo del bisturí con el que Samori
retira la pintura del lienzo como si se tratase de la piel desollada del santo
transformada en tela impregnada de óleo y dotando de un nuevo sentido a la
brutalidad de su ejecución.
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Ebbro (2011) |
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Izquierda, Nicola Samori, Mantilde (2017). Derecha, José de Ribera, Martirio de San Bartolomé (1644) |
A
pesar de toda la violencia destructiva inherente en su obra, Nicola Samori ha
sabido reafirmar la continua relevancia
de nuestro patrimonio artístico en el arte contemporáneo, a través del cual
él mismo encontró una forma única de establecer su propia voz dentro del
panorama artístico actual. Sus composiciones hacen que el legado de la historia
del arte aparezca ante el espectador con su propia reinterpretación
contemporánea que ofrece toda su energía visual y sensorial, lo que convierte a
Nicola Samori en un artista emblemático.
Merecedor de la admiración y reconocimiento que ha obtenido en los últimos
años, ha atraído una considerable atención en el mercado del arte; con múltiples exposiciones en galerías
de Bolonia, Trento, Turín, Milán, Berlín, Copenhague, Londres y Nueva York, su
obra está altamente cotizada en la actualidad y es disputada por los grandes
coleccionistas de arte.
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Izquierda, Nicola Samori, Lucrezia (2010). Derecha, Guido Cagnacci, Lucrezia (1636-1640) |
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The Golden Child (2018) |
PAIRONE, ZANCHETTA, PALMIERO y SCHREIBER:
Nicola Samori: Fegefeuer Purgatory. Alemania: Strzelecki Books. 2012.
(Consulta: 25/09/2018)
MATIA, A. [atribunetv]. (16/02/2013). StudioVisit - Alberto Mattia Martini incontra Nicola Samorì. Recuperado
en https://www.youtube.com/watch?v=PRLI5GboG1s
(Consulta: 26/09/2018)
Rosario Quirós
Excelentes obras, quisiera saber si algún día se presentara en la ciudad de México??
ResponderEliminarMe gusta el tono que le da a sus obras, da melancolía y un sentido de envejecimiento, degradación en nosotros mismos. Buena reseña.
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