FICHA TÉCNICA
- Título de la obra: Akenatón y Nefertiti con sus hijas.
- Autor: Anónimo.
- Cronología: Imperio Nuevo, dinastía XVIII.
- Estilo: Arte perteneciente al periodo de Amarna.
- Material/ técnica: Bajo relieve de piedra caliza.
- Dimensión: 32.5 x 39 cm.
- Ubicación: Encontrado en Tell-el-Amarna y actualmente en el Museo Nuevo de Berlín.
CONTEXTO HISTÓRICO
Nos
trasladamos al Imperio Nuevo
(1550-1069 a.C.), que comienza con el reinado de Amose I quien reunifica Egipto
después de un largo periodo en manos de los Hititas. Con él comienza la dinastía
XVIII que es una de las más importantes
junto a la dinastía XX de este periodo. Esta dinastía es muy conocida en la
Historia Antigua por los grandes faraones que tuvo; como los Tutmosis,
Hatshepsut, Tutankamón o Amenhotep IV, más conocido como Akenatón, del cual
vamos a hablar.
El
periodo de reinado de Amenhotep IV
se le denomina “Periodo de Amarna” y
dura entre el 1352 al 1336 a.C., un breve episodio histórico que marcó con gran
importancia en el arte del Antiguo Egipto.
Se
le considera un rey revolucionario
ya que fue el primero en cambiar la religión politeísta en la que todos los
egipcios creían por la imposición del
monoteísmo dirigido al culto exclusivo del dios Atón, el disco solar. Por este motivo, al llevar cinco años de su reinado hizo algunos cambios a favor del culto a este
único dios; como adoptar el nombre de
Akenatón, abandonar Tebas para formar una nueva capital ubicada en el Egipto
Medio, llamada Aketatón –“la ciudad del horizonte de Atón” actualmente conocida
como Tell el-Amarna, de ahí el
nombre de este periodo- y prohibir la apertura de los templos y el culto de
otras deidades.
Este
faraón no se ve a sí mismo como un dios, es decir, como
Horus, sino que se consideraba un siervo
de Atón, esto es, como un faraón mortal. Esto se ve reflejado en la
producción artística de este momento.
Cuando
Akenatón fallece –sin descendencia
masculina-, el periodo de Amarna llega a su fin y con ello, Aketatón es abandonada ya que el pueblo
nunca se vio identificado con la imposición del monoteísmo. El culto a este
dios fue olvidado, pero el arte dejó una huella muy profunda que haría que los
cánones establecidos en el pasado tardasen en reestablecerse y hubiesen algunos
cambios estilísticos.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
En
esta tabla podemos observar a Akenatón y
a Nefertiti sentados en sus respectivos tronos, jugando con sus tres hijas;
Meritatón junto a su padre y Maketatón y Anjesepaatón junto a su madre. En el medio de las figuras se
representa a Atón en forma de disco
solar, del cual descienden unos rayos con una especie de manos que algunas
sujetan el Anj; el símbolo de la
vida eterna.
Lo
que más se puede apreciar en esta tabla es el gran naturalismo que el artista ha utilizado para el físico del
faraón y los demás miembros de la familia. Es un físico alejado de los convencionalismos iconográficos que se pueden
observar en obras de periodos anteriores.
Sus
cabezas presentan una evidente forma oval, los labios son muy gruesos, el
vientre saliente y caído y unos muslos bastante pronunciados rompen con esa idealización que se le
aplicaba a cada monarca. También
desaparece el hieratismo y eso se consigue con todas las líneas diagonales que
conforman las figuras; Akenatón coge a su hija en brazos y ella con los suyos
en distinta posición da un efecto de
movilidad y dinamismo. Algo similar pasa con Nefertiti y Maketatón, sentada
en su regazo mira a su madre mientras señala hacia su padre y su hermana. En
general, vemos una relación entre padres e hijas que parecen estar dialogando, una actitud muy novedosa en la
representación de una familia monárquica que da una sensación de cercanía y naturalidad.
A
la derecha, detrás de Nefertiti, se alza una
columna coronada con un capitel en forma de papiro, esto representa al Bajo
Egipto, se puede suponer que a la
izquierda, detrás de Akenatón, la columna que aparece también estaría coronada
con este mismo capitel.
ANÁLISIS FORMAL
Como
ya hemos mencionado anteriormente, la forma de representar a los personajes es
muy novedosa. El hecho de que Akenatón se considerase un siervo de dios hace
que se nos muestre en sus representaciones como
un ciudadano más, por ello lo hace con esa intención naturalista, que refleja a un faraón entrado en años y a
una esposa con una belleza natural. El
hieratismo y la idealización desaparecen por completo, aunque sigue
habiendo ese aglutinamiento de figuras típico del Arte Egipcio.
A
parte de esto, se puede apreciar los tamaños tan desiguales que tienen los
personajes; la desproporción física
de las tres hijas nos hace pensar que podrían tener algún tipo de malformación,
pero este tipo de representación es meramente estilística.
GALERÍA DE IMÁGENES
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
CARDÓN
SOLÀ-SADALÉS, Irene. El antiguo Egipto y
las civilizaciones mesopotámicas. EMSE ADAPP. 2016.
DULITZKY,
Jorge. Akenaton: El faraón olvidado. Lectorum. 2016.
FERNANDEZ,Carlos.
Egiptomanía. El fascinante mundo del
Antiguo Egipto. Planeta DeAgostini. 2016.
LOPEZ
GRANDE, María. J., BNDALA GALAN, Manuel. Arte
Egipcio y del Próximo Orinete. Historia 16. 1996.
Arte.laguia2000.com.
(2018). Relieve Akenatón y Nefertiti | La guía de Historia del Arte.
https://arte.laguia2000.com/escultura/relieve-akenaton-y-nefertiti
Marina Cuevas
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