FICHA TÉCNICA
- Titulo de la obra: El descendimiento
- Autor: Roger Van Der Weyden
- Cronología: 1435
- Estilo: Escuela flamenca
- Técnica: Óleo
- Soporte: Lienzo
- Dimensiones: 220x252 cm
ANÁLISIS FORMAL
Gracias
a esta obra, Van Der Weyden, se mostró como un pintor renovador,
abandonando las características pictóricas de sus maestros,
añadiendo dificultad y detallismo en su producción lo que le
permitió formar parte del estilo complejo y sofisticado que
protagonizó el
s.XV en occidente.
Esta
obra forma parte de un retablo rectangular formado por once tablas de
roble, donde representó la pasión de la Virgen Maria durante el
sufrimiento y muerte de su hijo, creando un equilibrio perfecto entre
realismo y dramatismo.
Es
especialmente interesante la pincelada del holandés, con la que es
capaz de reproducir efectos de relieve, creando unas dimensiones y
profundidad que dotan a las figuras de una gran esculturalidad. De
igual forma no podemos obviar la policromía
de la obra, la cual se asemeja a un esmalte gracias a la intensidad
de los colores, los cuales resaltan sobre el fondo dorado elaborado
con pan de oro.
La
obra fue encargada por la cofradía
de ballesteros de Lovaina, lo cual se muestra en las esquinas del
cuadro donde se ven representadas ballestas, así como la curiosa
figura de Cristo formada por la caída
de los brazos, que podría recordarnos a una ballesta ya disparada.
Todo esto, además de ser guiños a su promotor son elementos que le
dan el ya mencionado carácter escultórico a la obra.
ANÁLISIS
ICONOGRÁFICO
La
composición está formada por un total de diez personajes,
representados a tamaño natural, cada uno con una personalidad propia
y diferenciada, creando una variedad de expresiones: ojos cerrados,
llantos, miradas perdidas… El conjunto da una gran sensación de
dramatismo transmitiendo así el dolor de la Pasión.
La
cruz es pequeña en relación a los personajes, pero esto no tiene
importancia ya que solo funciona como símbolo y referencia del
martirio. Sobre esta, en la parte posterior, vemos unas escaleras
donde hay un sirviente que es el encargado de bajar el cuerpo de
Cristo, con el rostro medio tapado, destaca la mano en la que sujeta
los clavos que le ha sacado al hijo de Dios. Quien recoge el cuerpo
en el suelo es Nicodemo, situado a la derecha, quien por su
vestimenta rica en bordados ya nos dice que su estatus social es
diferente al personaje de la escalera. José de Arimatea a la
izquierda, vestido también con ricos ropajes, tiene el privilegio de
sujetar a Cristo por la parte superior de su cuerpo.
La
Virgen Maria, está estirada al lado del cuerpo de Cristo, su mano
izquierda roza la de su hijo y la derecha la calavera que reposa en
la hierba, símbolo directo del Calvario y icono de Adan. De esta
manera se interpreta el sacrificio de Cristo como redención del
pecado original cometido por Adan y Eva. La madre de Jesús está
sujetada por San Juan y Maria Salomé, detrás de estos, Maria Ceofás
llorando y al extremo opuesto, Maria Magdalena reposando en la
espalda de un personaje anónimo.
La
composición adquiere forma ovalada, donde solo sobresale el
sirviente que baja el cuerpo de Cristo. El grupo central queda
cerrado por los movimientos de San Juan y Maria Magdalena en los
extremos, dentro del cual vemos las diagonales perpendiculares de la
Virgen y su hijo, siendo el centro de la obra y símbolo de las dos
pasiones, así como una contraposición de la vida y la muerte. Esto
a su vez denota dos movimientos, el cuerpo de la Virgen está siendo
levantado pero el de Cristo es bajado a la tierra, así se originan
dos movimientos contrapuestos, uno ascendente de la madre y uno
descendente del hijo.
Por
otro lado si tuviéramos
en cuenta al sirviente de las escaleras, podríamos hablar de una
composición triangular o piramidal teniendo en él el vértice de la
pirámide.
A
los pies de Cristo, Maria Magdalena, en un estado de sufrimiento
desesperado se contrapone como muestra del dolor a la Virgen, creando
a su vez una jerarquía
visual, elemento muy utilizado en la Edad Media. Vemos como la
deformación del rostro, a modo de mueca, y la serenidad de la Virgen
-aun en su estado- son símbolo de diferenciación elevando
a una sobre la otra.
Por
lo que hace al espacio este es muy pequeño creando sensación de
angustia y comprimiendo la escena, lo que nos da sensación de gran
teatralidad.
En
cuanto a la policromía destaca sin duda el azul de los ropajes de la
Virgen Maria, un azul lapislázuli
considerado uno de los más puros de toda la pintura de la época.
Siguiendo con el personaje femenino, si comparamos las manos con las
de su hijo, vemos la diferencia de tonalidades diferenciando el
cuerpo desmallado de la Virgen. Así, se hace evidente, entre los
ropajes de los otros personajes, la diferencia del cuerpo de Cristo
en una pálida tonalidad.
CURIOSIDADES
Roger
Van der Weyden fue un artista reconocido y valorado en su tiempo
pero, al contrario de muchos personajes, después de su muerte
(Bruselas, 1463) su figura y obra quedó en el olvido. Por desgracia
no firmaba las obras lo cual tampoco ayudó a mantener su legado. Sin
embargo, actualmente y desde el s. XIX, gracias al trabajo de
diversos historiadores cada vez conocemos mejor a este fantástico
ejemplo de la pintura flamenca y de la pintura occidental en general.
BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA
- Lynn, F.Jacob (1992) Opening Doors, The early Netherlandish Tryptych Reinterpreted – The Pennsylvania State University Press
- Panofsky, Erwin (1992) Les Primitifs Flamands – HAZAN COLLECTION
- Nieto Alcaide, Victor (2003) El Descendimiento de Van Der Weyden – Tf. Editores
- Farthing, Stephen (2010) Arte, toda la historia – BLUME
GALERÍA DE IMÁGENES
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Carmen Comas
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