COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DEL CRISTO VELADO
FICHA TÉCNICA
- Obra: Cristo velado
- Autor: Giuseppe Sanmartino
- Cronología: 1753.
- Estilo: Barroco.
- Material: Mármol blanco.
- Técnica: Talla directa.
- Ubicación: Capilla Sansevero, Nápoles.
CONTEXTO HISTÓRICO
El
Cristo velado de Giuseppe Sanmartino, es
una de las obras escultóricas más celebradas de la Historia del Arte mundial.
Preside la nave de la Capilla Sansevero, en el casco histórico de Nápoles.
Según la tradición popular el origen de esta capilla habría que situarlo en un acontecimiento milagroso, en el que la
fachada de la calle se derrumbó al paso de un ladrón en huida, descubriendo una
pintura mural antiquísima de la Pietà,
de ahí que el templo esté consagrado a Santa María de la Piedad. Sin embargo,
la tradición popular choca frontalmente
con las crónicas de la época.
En
la noche del 17 de octubre de 1590 se produjo un terrible crimen que conmocionó a toda la ciudad napolitana. Carlo
Gesualdo, célebre compositor del momento, apuñaló
y asesinó a su esposa Maria D’Avalos y, al amante de esta, Fabrizio Carafa,
arrojando sus cuerpos ensangrentados por
la ventana. Los cadáveres, pronto, despertaron el interés de los perros y
alimañas callejeras, que devoraron los
cuerpos sin demora. A la mañana siguiente, el estado de los cuerpos
horrorizó a los lugareños que no dejaban de hablar del suceso. Superado el
dolor de lo acaecido, Adriana Carafa della Spina, madre del asesinado y esposa
– en segundas nupcias – de Giovan Francesco di Sangro, I Príncipe de Sansevero,
decidió levantar una capilla expiatoria
dedicada a la Virgen de la Piedad como medio de intercesión divina para la
salvación del alma de su hijo.
Con
el transcurso de los años esta capilla, que estaba conectada por un corredor
superior al Palacio Sansevero, se fue remodelando y decorando paulatinamente,
convirtiéndose en el Mausoleo de la
familia. El aspecto que presenta el templo en la actualidad fue ideado por Raimondo di Sangro, VII Príncipe de
Sansevero, que destacó por sus conocimientos técnico-científicos, sus gustos
esotéricos y su vinculación a la francmasonería. En realidad, el mensaje
iconológico de la capilla no se entiende sin tener en cuenta el particular ideario del aristócrata italiano.
La
nave del templo se presenta como un recorrido
iniciático o un camino espiritual a seguir por todo masón a lo largo de su vida para alcanzar la Sabiduría. El dibujo
del pavimento del suelo explicitaba un laberinto
enmarañado, en el que solo había un camino posible que conectaba las virtudes o alegorías de la capilla en
un orden concreto: Decoro, Generosidad, Celo de la Religión, Suavidad del yugo
conyugal, Modestia, Desengaño, Sinceridad, Dominio de sí mismo, Educación y
Amor Divino. Desgraciadamente, el pavimento original quedó dañado en 1889 por
el derrumbe del puente que conectaba el mausoleo y el palacio, siendo
sustituido por un suelo cotto,
típicamente napolitano, con los colores de la familia Sangro, por lo que el mensaje del templo quedó parcialmente
desvirtuado.
Asimismo,
el templo se resuelve en tres niveles: una cámara subterránea, la capilla y una
zona superior, analogía de la Muerte, la
Vida y el Paraíso. Se conoce que la intención original de Raimondo di
Sangro era que el Cristo velado fuese el
elemento central de la cámara subterránea, en la que estaría iluminado por
lámparas perpetuas ideadas por él mismo, sin embargo, la obra se encuentra
actualmente en el centro de la nave de la capilla, desconociéndose si realmente
alguna vez estuvo en el subsuelo de la misma.
ANÁLISIS FORMAL
Raimondo
di Sangro, se rodeó de los mejores artistas del momento para la realización de
las nuevas obras del templo. Nombres de fama internacional como Antonio
Corradini, Francesco Queirolo, Francesco Celebrano o Giuseppe Sanmartino, están
vinculados a la capilla. El Cristo
velado fue encargado, en principio, a Antonio Corradini, autor del boceto original
en terracota de la obra, sin embargo, la muerte repentina de este obligó a
redirigir el trabajo a Giuseppe
Sanmartino, quien finalmente se encargó de la ejecución del mismo siguiendo
las escrupulosas pautas del contrato. A pesar de la reputación de los artistas
que trabajaban en la capilla Sansevero, el Príncipe Raimondo, dejaba poco a la imaginación de los mismos,
ya que, a través de dibujos y otras directrices especificaba todos los
pormenores de las obras, con el objetivo fundamental de que su mensaje no quedase desvirtuado. Las
principales normas para el Cristo velado fueron que la escultura debía estar
realizada en un solo bloque de mármol y
cubierta por un velo uniforme que cubriese la totalidad del cuerpo. Gracias
a un documento conservado en el Archivo Histórico del Banco di Napoli, se
conoce que Sangro dejó en depósito cincuenta ducados a favor del artista,
aunque, finalmente, el coste total de la
escultura ascendió a la considerable suma de quinientos ducados.
Giuseppe
Sanmartino, nos presenta un Cristo
yacente de tamaño natural, recostado delicadamente sobre un túmulo
funerario negro que resalta la tonalidad blanquecina de la figura principal. La
rigidez formal se rompe gracias a la incorporación de dos almohadones que
levantan la efigie de Cristo, cuyo
rostro vira a la derecha. La desnudez de la figura se suaviza por el velo
que cubre completamente el cuerpo. Se reconoce la influencia clásica de la técnica de los paños mojados, por lo
que apreciamos casi la totalidad de la anatomía, especialmente el rostro. Sin
embargo, la armonía, el ritmo o la cadencia clásica se ven alteradas por el efectismo barroco, deudor de las formas
berninescas, que busca esencialmente conmover
al espectador desde la primera lectura. La magistral ejecución del velo,
que incide en la sensación traslucida del mismo, eleva la solución de
Sanmartino a las copas más altas de la escultura
mundial. Junto a los pies de Cristo podemos apreciar los instrumentos de la
Pasión de Cristo: la corona de espinas, las pinzas y los clavos.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La
escultura se fundamenta en el pasaje bíblico de la Pasión de Cristo, en el que Cristo yace sobre el sepulcro, una vez
ha sido descendido de la Cruz. Es una de las representaciones más clásicas del
arte cristiano, en la que se resalta especialmente el patetismo de la figura de
Cristo, para incidir en la conmoción del espectador y despertar el aspecto
devocional. No es extraño que aparezca esta iconografía en el centro de la nave
de la capilla Sansevero, ya que, el templo sirve como mausoleo familiar, sin embargo, no debemos pasar por alto la
intención original de Raimondo di Sangro, que pasaba por ubicar la escultura en
la cámara subterránea, ideada para
albergar los restos de los familiares venideros, por lo que la intencionalidad
de la obra es clara.
El velo de la figura ha
sido el centro de numerosas especulaciones. Durante mucho
tiempo se creyó que la tela no estaba realizada en mármol, debido a su
magistral ejecución, y que era fruto de un proceso
de calcificación que permitía transformar la tela en mármol. En
consecuencia, se pueden encontrar escritos que hacen referencia al método de la
marmorizzazione, que, según estas
teorías, es un proceso secreto y
alquímico ideado por el propio Raimondo di Sangro. Sin embargo, en la
actualidad, no se tiene ningún tipo de dudas sobre el material del velo, que no es otro que el mármol. En cualquier
caso, la leyenda del velo incide en el aura de misterio que caracteriza el
lugar.
BIBLIOGRAFÍA Y
WEBGRAFÍA
BACCALARIO,
Pierdomenico: La leyenda del príncipe
alquimista. Madrid, 2002.
CABRERIZO,
Jorge: Di Sangro: Señor de Nápoles. Granada, 2010.
CATELLO, Elio: Giusepe
Sanmartino (1720-1793). Nápoles, 2004.
CAUSA PICONE, Marina: La
cappella Sansevero. Nápoles, 1959.
CIOFFI MARTINELLI, Rosanna: La
cappella sansevero. Arte Barocca e ideologia massonica. Nápoles, 1994.
MUSEO CAPPELLA SANSEVERO: Cristo velato: la leggenda del
velo. https://web.archive.org/web/20131012085553/http://www.museosansevero.it/cappellasansevero/cristovelato/leggendadelvelo.html (Consulta: 18/04/2018).
MUSEO CAPPELLA SANSEVERO: Cristo velato: il capolavoro. https://web.archive.org/web/20131024144747/http://www.museosansevero.it/cappellasansevero/cristovelato/capolavoro.html
(Consulta: 18/04/2018).
GALERÍA DE IMÁGENES
José Antonio Castel
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