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COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS |
FICHA TÉCNICA
- Título de la obra: La adoración de los Magos
- Autor: Josep Juncosa
- Cronología: 1674-1683
- Estilo: Barroco
- Técnica: Óleo
- Soporte: Tabla
- Ubicación: Capilla de la Purísima Concepción, Catedral de Santa Tecla (Tarragona)
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La iconografía de la Adoración de los Magos viene relatada,
básicamente, tanto en dos evangelios apócrifos (el Pseudo Mateo y en el
Protoevangelio de Santiago) y en el evangelio según Mateo. En ninguno de ellos
se menciona a los Magos como "reyes", simplemente los llama magos,
palabra que, según el historiador francés Louis Réau, deriva de la palabra
persa mogu. No será hasta el s.II
cuando Tertuliano les dio el título de reyes por primera vez. Del mismo modo
que su culto ha ido evolucionando, también lo ha hecho su iconografía; aunque
en las fuentes canónicas no se resuelve el número de adorantes, sí se menciona
cuáles presentes ofrecieron a Jesús: oro, incienso y mirra. Estos tres presentes
también tienen su propia simbología:
- Oro → símbolo de su realeza
- Incienso → símbolo de su divinidad
- Mirra → material usado para el embalsamaje, presunción de su muerte
Pero Réau remarca que san Bernardo propuso en el siglo XV otra manera de interpretar la simbología de las ofrendas de los Magos:
- Oro → preciado material que tenía que servir para mejorar las condiciones de vida de María
- Incienso → material que debía ser utilizado para desinfectar el establo
- Mirra → resina que se utilizaba para curar las lombrices intestinales, que sería utilizado por Jesús
También este número ha sido diverso, pero finalmente se impuso
el uso de número tres para que, además de coincidir con el número de presentes,
también establecía relaciones con las tres partes del mundo conocido (África,
Asia y Europa), las tres edades del hombre, la Trinidad, etc. En
cuanto a los respectivos nombres de los tres, no se encontró noticia, según
Réau, hasta que constó en el Liber
Pontificalis de Ravena, fechado en la primera mitad del s.IX, donde se les
llamaba Melchor, Gaspar y Baltasar.
En
cuanto a la iconografía, este tema resultó muy atractivo popularmente y esto
propició una riqueza iconográfica considerable y que hay que remarcar. En un
primer momento, los tres llevaban la misma vestimenta, tal y como se puede ver
en el mosaico de la adoración en la Iglesia de Santa María Maggiore (Roma),
donde los tres vestidos iban con el mismo tipo de ropa y, aunque están diferenciados
por los colores, no se puede distinguir quién es quién. Esta es la iconografía
primigenia de los Magos, vestidos igual y con el gorro frigio. Como se puede
ver también en la ilustración, los Magos presentan sus ofrendas en bandejas,
pero con el paso del tiempo, la forma también sufrirá cambios: Melchor ofrece
su corona de oro, Gaspar presenta el incienso en una cornucopia y Baltasar
lleva la mirra en una gran copa. En el caso de la obra analizada, Melchor
ofrece su corona y un cofre con monedas, Gaspar lleva el incienso ya ardiendo
en un incensario de oro y Baltasar lleva la mirra en un pequeño cofre que imita
la forma de una cornucopia.
También
se puede ver que en los mosaicos de Santa Maria Maggiore que, además de llevar
los mismos vestidos, tampoco se puede distinguir quién es quién. Es por ello
que se recurrió a la iconografía de las tres edades del hombre y las tres
partes del mundo, creando así los rasgos identificativos de cada uno de ellos:
- Melchor → representado como el hombre de edad avanzada, representante de Europa
- Gaspar → el hombre maduro pero no anciano, representando a Oriente
- Baltasar → joven imberbe y de etnia negra, representando a África
ANÁLISIS FORMAL
Volviendo
a la obra que se analiza, se puede ver una escena cargada de luz, colores vivos
en primer plano (coincidiendo con los personajes más importantes) y conforme la
vista se va alejando hacia el extremo superior derecho, se puede ver que los
colores van volviéndose cada cuanto a tonalidades beige, azuladas y marrones
(detonante así la lejanía del resto de personas y animales que iban en la
caravana de los Magos, como sus pajes y sus camellos).
Es
una escena muy cargada de figuración humana, ya que también encontramos que el
cielo está ocupado por un total de dieciséis angelitos (doce de ellos se
encuentran casi en el centro de la composición creando una aureola alrededor de
la estrella que había guiado a los Magos hasta Jesús Infante).
El
significado del número de angelitos que rodean la estrella se podría resumir
con las palabras de Robert D. Johnston el
número doce manifiesta soberanía. Se refiere a la administración del Mandato
divino en la tierra. Y el Mandato Divino se necesariamente mandato perfecto[1]. El
número doce se encuentra también en consonancia con el número de apóstoles, el
número de mandatos y también en el número de las tribus de Israel.
En
cuanto a los cuatro angelitos que quedan apartados de los demás (divididos a su
vez en dos grupos de dos), Johnston alega que el número cuatro es el
símbolo de la universalidad, de la creación, de la relación del hombre con el
universo y, a causa del fracaso del hombre frente a Dios, también de la
debilidad[2].
BIBLIOGRAFÍA
[1]JOHNSTON, Robert D. Los números
en la Biblia. El singular propósito de Dios en la numerología bíblica. Editorial
Portavoz. Gran Rapids (MI, EUA), 1994 (pág. 81)
[2]Ídem (pág.
57).
GALERÍA DE IMÁGENES
![]() |
Detalle de Melchor, Gaspar y Baltasar |
![]() |
Detalle de la Virgen, San José y el niño |
![]() |
Detalle de los ángeles |
Laura Solé
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