
Como todos sabemos, los museos tienen
un papel fundamental en la cultura. Lugar de conservación,
restauración y difusión, su repercusión va mucho más allá, ya
que pueden llegar a convertirse en motivo de orgullo e incluso en el
símbolo de una ciudad o país, ilustrando la Historia y las
corrientes de pensamiento de una civilización.
A pesar de lo que
muchos piensan, no siempre se tratan de lugares hieráticos,
inmóviles en el tiempo que inmortalizan las obras de arte expuestas
en sus paredes o vitrinas. Mucho más allá de eso, los museos se
encuentran en constante crecimiento y cambio, evolucionando en su
manera de exposición y de discurso de cara al público. Atrás quedó
esa concepción de museo anclada en el siglo XIX y dedicada a los
“culturetas” que resalta el carácter aburrido y soporífero de
éstos. Hoy en día, visitar un museo es sinónimo de enfrentarse
cara a cara a una cultura específica (o varias), conocer mucho mejor
la suya propia, su identidad y, sobre todo, aprender de manera
entretenida y estimulante. Es precisamente por esto que cualquier
visitante se sentirá identificado de cara a ciertas piezas: los
museos guardan una estrecha relación con la identidad de una nación
o cultura concreta, mostrándonos nuestro pasado y recordándonos de
primera mano la Historia de la Humanidad. Entrar en un museo es
sinónimo de iniciar un apasionante viaje a través de nuestras
raíces como civilización.
Es por esto que, con ocasión del día
de los museos, hemos querido hacer una pequeña selección de museos
imprescindibles a nivel mundial. Es complicado elegir solo cinco, ya
que hay infinidad de museos míticos y enormemente interesantes prácticamente en cada país. No
están precisamente ordenados por orden de importancia, ya que cada
uno de ellos aporta experiencias y sabores nuevos. De Bellas Artes,
Arte Contemporáneo… Las temáticas son muy variadas, pero todos
tienen algo en común: nos permiten realizar una introspección a
través de nuestra sensibilidad humana y nos dan la oportunidad de
aprender en cada visita.
1. Museo del Louvre, París

Cuando pensamos en
un museo, quizás se nos venga a la cabeza el Museo del Louvre.
Archiconocido por su célebre Gioconda, ésta no es precisamente su
mejor pieza, ya que se encuentra repleto de gran cantidad de obras de exquisita calidad que van desde la Antigüedad hasta el arte anterior al impresionismo.
Una colección exquisita que hará teletransportarse al visitante a
través del tiempo y del espacio, pasando por la Antigua Grecia, con
piezas como la Venus de Milo, por el helenismo, con la Victoria de
Samotracia, Egipto, con su Escriba Sentado… También encontraremos
una excelente colección procedente de Mesopotamia, consistente en
los increíbles lamasus y el famosísimo Código de Hammurabi, una
pieza clave para la Humanidad. Además, cuenta con una increíble
pinacoteca que consta de pintura occidental desde la Edad
Media hasta el siglo XIX. Obras de gran importancia como La balsa de
la Medusa de Géricault, La libertad guiando al pueblo de Delacroix, El rapto de las sabinas de Poussin, La
coronación de Napoleón de Jacques-Louis David, La muerte de la Virgen de Caravaggio, Las
bodas de Caná de Veronese… Ésta última, por cierto, es de gran
importancia y una obra maestra que, a pesar de su gran tamaño, puede
llegar a pasar desapercibida debido a su proximidad con la Gioconda,
por lo que es conveniente prestar atención a esta gran obra.
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La Gioconda, una de las obras más reclamadas del Museo del Louvre |
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La muerte de la Virgen, Caravaggio |
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La libertad guiando al pueblo, de Délacroix, se trata de una obra de gran calidad, pero además es enormemente significativa a nivel de identidad para el pueblo francés. |
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Escriba sentado, una muestra de la colección egipcia del Museo del Louvre |
2. Museo del Prado, Madrid

Este museo en la capital española
posee una colección enormemente importante para conocer gran parte
de la Historia europea. Visitar el Museo del Prado es una estupenda
opción para todos aquellos amantes de la pintura barroca española,
con grandes maestros como Velázquez, Ribera, Murillo, Zurbarán... No
se puede concluir la visita sin haber podido contemplar el eje de
todo el museo: Las Meninas, obra capital para comprender la pintura
de la Corte española del Siglo de Oro. Además, uno de sus grandes
imprescindibles dentro de la pintura europea en general es Goya, con
una completa colección que abarca desde sus retratos de juventud
hasta las pinturas negras que, tras ser retiradas de la Quinta del
Sordo, han pasado a conservarse aquí. Más que digna de mencionar,
la colección flamenca, que presenta nombres tan relevantes como
Pieter Paul Rubens, Rembrandt, Roger van der Weyden, Hans Memling. Pinturas de exquisita calidad y
archiconocidas tales como Las tres gracias de Rubens, Judith y
Holofermes de Rembrandt, y, por supuesto El jardín de las delicias
de El Bosco, que forma parte de las obras capitales del museo. Sería
un sacrilegio visitarlo sin haberse parado a contemplar cada uno de
los infinitos y curiosos detalles que componen este cuadro. La
pintura italiana hace acto de presencia mediante artistas como
Tiziano, Rafael, Veronese, Fra Angelico, Tintoretto, e incluso
Boticelli. Obras como Dánae y Carlos V en la batalla de Mühlberg,
de Tiziano, La Anunciación de Fra Angelico, varias tablas de La
historia de Nastaglio degli Onesti de Botticelli, El cardenal de
Rafael... Sin duda, una colección inmensa y variada capaz de
provocar un suspiro tras otro.
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Carlos V en la batalla de Mühlberg, Tiziano |
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Las tres gracias, Rubens |
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Vista de la sala donde se encuentran expuestas las Meninas de Velázquez |
3. National Gallery, Londres

Situada en Londres, una de las
ciudades más bullantes del mundo en cuanto a arte se refiere, la
National Gallery es otro must-see para los amantes de los museos.
Las razones son obvias: Albergando gran cantidad de pinturas que
abarcan desde el siglo XIII a principios del XX, su colección
destaca por su calidad y por lo icónico de éstas. Se trata de un
recorrido para todos los gustos: desde arte flamenco, pasando por el
Renacimiento italiano, por el Barroco español así como las
vanguardias francesas y la romántica e innovadora pintura de
William Turner. Así, gran reclamo podemos encontrar El matrimonio Arnolfini, de Jan van Eyck. Aquellos amantes de Velázquez
quedarán prendados de su Venus en el espejo que, lejos de su España
natal, se expone en la capital británica tratándose de una de las
grandes joyas del museo. Quien desee sumergirse en el apasionante
mundo de la pintura italiana podrá optar por las icónicas pinturas
de Baco y Ariadna, de Tiziano; La cena de Emaús, de Caravaggio; La
Virgen de las rocas, de Leonardo da Vinci; Venus y Marte de
Botticelli; El bautismo de Cristo, de Piero della Francesca...
Artistas sobresalientes tales como Seurat, Monet y Cézanne nos
abrirán paso hacia el activo y revolucionario mundo francés al
borde de las vanguardias europeas.
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La Virgen de las rocas, Leonardo da Vinci |
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El matrimonio Arnolfini, Jan van Eyck |
4. The Metropolitan Museum of Art,
Nueva York

Desde luego, este museo no puede
calificarse de otra cosa sino de completo: Su enorme número de
obras (más de dos millones) consiste en piezas procedentes de toda
época, puntos del mundo y estilos. Bien podría servir
para dar una clase magistral de Historia del Arte Universal. Desde
escultura, pasando por la clásica pintura, fotografía, artes
decorativas hasta verdaderas reconstrucciones de entornos
arquitectónicos europeos tales como habitaciones de casas
pompeyanas o claustros medievales y renacentistas traídos piedra a
piedra desde el viejo continente europeo. Entre ellos, destaca el
claustro del castillo de Vélez Blanco, original de Almería. Tal es
la colección de este inmenso e imprescindible museo. Sin movernos
de la ciudad de los rascacielos, nos teletransportaremos al Antiguo
Egipto, con ejemplos como la esfinge de Hatshepshut o incluso el
Templo de Dendur, un templo egipcio ofrecido en agradecimiento por
el gobierno egipcio por la ayuda ofrecida al trasladar el templo de
Abu Simbel. También encontramos obras provenientes del Lejano
Oriente, tanto de China como de la India, así como del Próximo
Oriente, lamasus incluidos. Grecia, piezas medievales... Así como
una enorme pinacoteca de pintura europea y norteamericana completando la colección, con Vermeer, Botticelli, Murillo, El Greco, Zurbarán,
Picasso, Rembrandt, John Singer... Llegando hasta el mismísimo
Pollock. Se trata de una colección tan amplia y diversa que, sin
duda, es necesario estar preparado para afrontar tal explosión de
arte e Historia.
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Madame X, John Singer |
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Autumn rhythm, Jackson Pollock |
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Claustro del Castillo de Vélez Blanco |
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Templo de Dendur |
5. Museos Vaticanos, Roma

Sin duda, el lugar que alberga la
increíble Capilla Sixtina, pintada con gran genialidad y esfuerzo
por Miguel Ángel no podría faltar en la lista. Es indudable que la escena
central de la capilla, La creación de Adán, ya forma parte del
imaginario colectivo, así como parte de las pinturas que se
encuentran en Las Estancias Vaticanas, realizadas por Rafael: La Escuela de Atenas, La disputa del Sacramento o El incendio del Borgo
son solo algunos de los frescos que recubren las paredes de este
lugar. Por otro lado, uno de los grandes imprescindibles de los
Museos Vaticanos (compitiendo con la Capilla Sixtina en su papel de
protagonista) es el Laocoonte, obra maestra de la escultura que
tanto ha inspirado a todo tipo de artistas de todos los siglos. Con
una colección escultórica de gran importancia, encontramos gran
cantidad de escultura romana, etrusca, helenística y
paleocristiana: La famosa Alegoría del Nilo, de la Escuela de Alejandría, el
Augusto de Prima Porta, el Apolo de Belvedere, el Torso Belvedere,
la Artemisa de Éfeso... No hay que perder la oportunidad de
perderse en la Galería Chiaramonti, repleta de obras, especialmente
bustos de mármol de época romana. Entre la colección de pintura,
hay que destacar el Jerónimo penitente de Leonardo da Vinci; la
Transfiguración de Cristo, de Rafael; el Entierro de Cristo de
Caravaggio y los icónicos Ángeles de Melozzo da Forlì.
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Laocoonte |
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Capilla Sixtina |
Desde La cámara del Arte esperamos que
esta pequeña selección os haya servido de estímulo para querer
conocer y vivir la magia que supone visitar un museo. Además,
queremos recordar que no es necesario acudir a un museo de
“prestigio” internacional para poder vivir una gran experiencia y
ver obras de calidad, sino que animamos a todos los lectores a
comenzar por visitar aquellos de su ciudad, por pequeños que sean.
De seguro que os hará sentir una conexión con el pasado de ésta, y
puede ser que lleguéis a experimentar alguno de esos “flechazos” que
se dan tan a menudo con obras de arte que acabáis de conocer. A
menudo, no conocemos el inmenso y rico patrimonio con el que
contamos, y en cada rincón del mundo se esconden verdaderas
maravillas dignas de conocer.
Eva Freire
El arte que vale la pena admirar y que todos deberían seguir de cerca es el Puntillismo Abstracto. El creador de este estilo es el pintor español Gabino Amaya Cacho, quién usa colores vivos para pintar puntos pequeños y grandes, mezclándolos con los grandes y los pequeños, haciendo intersecciones entre unos y otros.
ResponderEliminarPreviamente a esta iniciativa original, pintó maravillosas obras como Las tres gracias, Concierto para Venus, El Morralero, Niñas jugando en el árbol, La Primavera, La Tempestad, El sueño de Jacob.