COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE EROS Y PSIQUE
FICHA TÉCNICA
- Título: Eros y Psique
- Autor: Antonio Canova
- Cronología: 1787-1793
- Estilo: Neoclásico
- Material: Mármol
- Ubicación: Museo del Louvre, París
ANÁLISIS
ICONOGRÁFICO
Esta
obra también recibe el nombre de “Psique reanimada por el beso del amor”, “El
amor de Psique” o “El beso”. Se trata de una de las esculturas más importantes
del escultor neoclasicista Antonio Canova, quién se inspira en el arte de la
Antigua Grecia para crear sus obras. Esta escultura fue un encargo del coronel
británico John Campbell (Lord Cawdor), aunque acabó siendo adquirida por el
marchante y coleccionista holandés Henry Hoppe y después acabó en manos del rey
de Nápoles y cuñado de Napoleón, Joaquín Murat, que la adquirió para mostrarla
en su castillo.
En
esta obra Canova fue capaz de crear una composición verdaderamente expresiva
del tema mitológico amoroso de Amor y Psique. Canova decidió tomar de la obra
“El Asno de Oro” de Apuleyo, un tema mitológico para la creación de esta
escultura.
ANÁLISIS
FORMAL
En
esta obra se representa el momento en que Eros, dios del Amor, acude a
despertar a Psique (Personificación del Alma), del eterno sueño en el que había
quedado sumida tras la inhalación de los vapores de una poción encerrada en un
jarrón que le había entregado Proserpina, diosa del Infierno. Al abrir el
cántaro, una nube la envolvió y cayó profundamente dormida, no despertando
hasta ser besada por su enamorado. Se representa a Psique recostada sobre su
cadera derecha, la joven se vuelve hacia atrás hacia su amado, el dios Eros,
que se aproxima para besarla y rodea su cuerpo con un brazo mientras que con el
otro sostiene su cabeza a la vez que ella rodea el cuello de él con sus manos.
Para
Canova el objeto de la escultura no era representar el mito ni la historia que
hay detrás de los personajes, que son una mera excusa para componer una obra de
marcado carácter clásico sino sobre todo desde el punto de vista estético. Se
busca representar la pasión y el amor de dos personajes en lo que es un
conjunto bastante “teatral” y efectista, como lo demuestra el abrazo imposible
en el que se intentan fundir las figuras de Eros y Psique.
Los
cuerpos están tratados de tal forma que componen un grupo de dos diagonales que
a su vez forman una “X” definida ésta por las alas de Eros, su pierna derecha y
el cuerpo de psique, encontrándose el centro de la composición en el breve
espacio que separa las dos bocas que están a punto de unirse en un apasionado
beso. El gusto por lo clásico queda evidenciado en esta obra por la forma que
adquieren los pliegues de las telas, que evocan el mismo tratamiento que las
esculturas clásicas.
MITO
Cuenta
la leyenda que había un rey que tenía tres hijas. Las tres eran bellísimas pero
la belleza de la menor, Psique, era sobrehumana. De todas partes acudían a
admirarla y comenzaban a adorarla. Cuando la diosa Afrodita se da cuenta de que
los hombres estaban abandonando sus altares para ir adorar a una simple mortal,
no se le ocurre mejor idea que pedir a su hijo Eros que intercediese para poner
fin a semejante ofensa. Los hombres la veían tan hermosa que la consideraban
inaccesible, por eso ninguno se atrevía a pedir su mano y esto empezaba a
preocupar a sus padres quienes ya habían casado a sus dos hermanas mayores. Tal
era la desesperación que intentando buscar la solución correcta no se les
ocurrió mejor idea que consultar al Oráculo. Pero lejos de encontrar consuelo
lo que el Oráculo predijo fue que Psique se iba a casar en la cumbre de una
montaña con un monstruo venido de otro mundo. Y como nadie osaba cuestionar las
predicciones del Oráculo, Psique aceptó su destino y sus padres le llevaron
hasta la cima de la montaña donde, llorando, la abandonaron.
Allí
se la encontró Céfiro, quien la elevó por los aires y la depositó en un
profundo valle sobre un lecho de verde césped. Psique se quedó dormida y al
despertar se encontró en medio del jardín de un palacio. Cuando entró en el
interior escuchó unas voces que le guiaban y le revelaron que el palacio le
pertenecía y que todos estaban allí para servirla. Al atardecer, Psique sintió
una presencia a su lado: era el esposo de quien había hablado el Oráculo. Su
voz era suave y amable y le hacía sentirse muy bien a su lado, pero jamás dejó
ver su rostro y le advirtió que si le veía le perdería para siempre.
Durante el
día Psique permanecía sola en Palacio y por la noche su marido se reunía con
ella y eran muy felices. Pero un día Psique sintió añoranza de su familia y
rogó a su esposo que le dejará ir a visitarlos. Tras muchas suplicas, su marido
accedió y pidió a Céfiro que la llevase a la cumbre de la montaña donde la
habían abandonado. Desde allí Psique caminó a su casa. Sus hermanas cuando la
vieron tan feliz y abrieron los maravillosos regalos que les había traído, no
pudieron contener la envidia y no descansaron hasta convencer a Psique de la
necesidad de descubrir quién era su marido. Su plan era el siguiente, Psique
debía ocultar una lámpara y durante la noche, mientras él dormía, encenderla
para así ver su rostro.
Y
así lo hizo. Psique volvió al palacio en el que vivía con Eros y siguiendo el
plan de sus hermanas descubrió que su marido era un joven de gran belleza.
Emocionada por el descubrimiento le tembló la mano que sostenía la lámpara,
dejando caer una gota de aceite hirviendo sobre su amado. Al sentirse quemado
Eros despertó y cumpliendo su amenaza huyó. Afrodita enfadada por lo que le
había hecho a su hijo hizo a Psique descender a los infiernos en busca de un
frasco de agua de Juvencia que debía entregar sin abrir. La curiosidad pudo
nuevamente con Psique y cuando abrió el frasco quedó sumida en un profundo
sueño. Mientras tanto Eros sufría enormemente pues era incapaz de olvidar a
Psique. Cuando Eros supo que estaba sumida en un sueño mágico no lo pudo soportar
más, voló hacia ella y la despertó con un beso.
GALERÍA DE IMÁGENES
José Antonio Castel
Qué hermoso 😻
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